Sindicales

22/4/2010|1125

Gran huelga en Mecca Castelar

Los metalúrgicos de Mecca fueron a la huelga indefinida contra el despido de dos compañeros.

No bien se conocieron los despidos, el activismo de la fábrica y los delegados recorrieron sector por sector llamando a parar. La huelga duró cuatro días, durante los cuales la dirección de la UOM Morón quizo meter miedo y trató de hacer que las asambleas levanten el paro. Con una firmeza extraordinaria, los compañeros sostuvieron la huelga, exigiendo el apoyo y la denuncia en el Ministerio de Trabajo, algo que la UOM dilató abiertamente.

Un capítulo extrordinario de esta lucha fue librado por activistas y delegados, quienes obtuvieron la solidaridad del congreso de delegados de la UOM Morón -reunido con otros fines.

Allí de un grupo amplio de delegados reclamó el apoyo y le planteó al secretariado movilizarse a la fábrica en el acto -movilización que la directiva del gremio impidió con el argumento de que “entorpecería las negociaciones”. El hecho generó tanta bronca que casi termina en una trifulca. Frente a la inacción del gremio, la patronal despidió a ocho compañeros más. Recién después de doce horas de aprietes conjuntos de la burocracia y la patronal se levantó el paro en asamblea.

Se logró reincorporar a cuatro de los diez despedidos. Todavía no está dicha la última palabra, los despedidos siguen organizados y activos.

Esta fue una huelga que va a hacer historia en la UOM Morón. Quedó impreso en la conciencia de los compañeros de Mecca el rol sencillamente entreguista del sindicato. Los despedidos tenían su indemnización en el bolsillo y ni ellos ni la fábrica la aceptaron, fue una lucha consciente por la organización obrera.