Sindicales

5/7/2007|999

Gran triunfo en Mafissa

Tras casi 40 días de lucha, los combativos obreros de Mafissa obtuvieron un gran triunfo: 300 pesos al básico y todos los trabajadores adentro.


Crónica de la última semana


Cuando habían pasado 35 días de huelga, con la fábrica paralizada por el lock-out, el patrón Curi presentó una oferta extorsiva para los luchadores de Mafissa.


A cambio de un aumento de 200 pesos al básico, más 100 pesos en negro, en tres meses una nueva paritaria, el pago de los días caídos en cuotas y la efectivización de los contratados con más de seis meses de antigüedad, Curi solamente autoriza el reingreso inmediato de una minoría; el resto lo iría haciendo paulatinamente, percibiendo el 75% de los salarios.


La maniobra dejaría afuera a los delegados y el activismo que sostiene tenazmente esta lucha. Por supuesto, quienes carnerearon la lucha entrarán primero.


Una asamblea masiva y combativa rechazó la extorsión y pasó a una contraoferta contundente: 300 pesos al básico, 200 pesos más no remunerativos por tres meses hasta volver a discutir en paritarias, pase a planta de los contratados, el 100% de los obreros adentro con el 100% de los sueldos.


Gran voltaje político


Durante un mes de lucha ningún funcionario del gobierno habló de Mafissa, casi como si se tratara de una fábrica ubicada en otro país. Tras las movilizaciones al Concejo Deliberante de La Plata, al Ministerio de Trabajo y a la Gobernación, es decir cuando la huelga giró contra el poder político, fueron obligados a intervenir, pero para intentar quebrar la organización obrera de fábrica.


El rechazo de la asamblea a la extorsión patronal eleva el voltaje político de la huelga.


La contraoferta de asamblea fue un eje para reforzar la huelga, la ocupación de fábrica y las movilizaciones obreras sobre el gobierno.


Ellos deben hacerse cargo, garantizar que la fábrica vuelva a producir, que se paguen los días caídos y se otorgue el aumento ofertado por la asamblea. Si Curi tuvo margen para parar la empresa por tantos días es porque goza de un colchón de dinero amasado a costa del trabajo obrero. Entonces, puede aumentar los salarios a niveles de la canasta familiar y aún así tiene resto.


La gran victoria de Mafissa refuerza todas las luchas contra los topes salariales. La comisión interna, que representa a una nueva camada que barre a los burócratas sindicales, ha quedado fortalecida.