Por salarios y condiciones laborales, crece la conflictividad en todo el país. Las pautas firmadas por las burocracias de Ctera, Suteba, UTE y Amsafe ya fueron superadas en varias provincias.

En San Juan, Río Negro, La Rioja, Santa Cruz y CABA, a dos semanas del formal comienzo del ciclo lectivo, continúan las huelgas, dando continuidad a un ciclo de paros que arrancaron con el No Inicio en 14 provincias.

En San Juan se está desenvolviendo una profunda huelga que lleva diez días, resuelta mediante el método de la asamblea por los docentes auto-convocados de la provincia, por encima de todas las burocracias sindicales. Reclaman un 71% de incremento al básico a junio y rediscusión en julio, ningún descuento, y que en la mesa de discusión salarial estén los autoconvocados, con los que el gobierno ya está negociando obligadamente. Uñac tiró la oferta de un 71,1% pero a noviembre, que fue rechazada por trece departamentos. La lucha continúa en el marco de un gobierno que busca dividir el movimiento con descuentos, amenazas y aprietes. La lucha de San Juan es el pico más alto de un proceso docente que enfrenta el ajuste de los Fernández, el gobernador y la entrega de Ctera. Su triunfo es clave, porque abriría una nueva etapa en la lucha docente.

En Río Negro, los docentes rechazaron otra vez la propuesta de la gobernadora Arabela Carreras que, ante la tenacidad de los reclamos, subió la propuesta de incremento salarial al 87%, quebrando el techo de Massa del 60%. La combatividad es muy alta, porque el estatuto cárcel de Unter exige que para aprobar medidas de lucha deben ser votadas por los dos tercios de su congreso, lo que se resolverá a partir de los nuevos mandatos de asamblea para decidir cómo se continúa la lucha. La dirección burocrática de la Azul-Arancibia y la Celeste están haciendo todo tipo de maniobras para enfriar el conflicto.

Tanto en San Juan cuanto en Río Negro, los aumentos del 33 al 42% -según los casos-, o el 60% anual aceptado por UTE en CABA, todos en cómodas cuotas, han sido ampliamente superados.

En La Rioja, esta semana comenzó una huelga de 96 horas, convocada por el sindicato Duar (autoconvocados) y la ADP. El conflicto domina la vida de la provincia, lo cual puso en evidencia el pensamiento del gobernador Ricardo Quintela cuando una manifestación de docentes le planteó sus reclamos a la salida de un acto que compartía con el ajustador chaqueño, Jorge Capitanich, y Quintela insultó a una compañera: “Andá a trabajar, vaga de mierda” fue su respuesta.

En Santa Cruz, también por rechazo a los ofrecimientos paritarios, el gremio Adosac viene de 72 horas de paro y de rechazar en las asambleas la conciliación obligatoria impuesta por la gobernadora Alicia Kirchner, aún con la dirección del gremio a favor de acatarla. La semana próxima habrá nuevas medidas de fuerza.

En otras provincias, como Chubut y Córdoba, la paritaria aún no se ha cerrado, porque la docencia rechazó también los ofrecimientos, y en asambleas y congresos pueden tomar nuevas medidas de fuerza.

Conflictividad creciente

La impactante inflación de febrero es el fundamento de una conflictividad docente que crece en todas las provincias, incluidas las que cerraron paritarias a la baja, luego de grandes paros entregados por la burocracia baradelista.

La ola de calor extremo puso de manifiesto el deterioro de las escuelas y potenció nuevas medidas de fuerza y nuevos reclamos.

En la Ciudad de Buenos Aires, ante la negativa de la ministra Soledad Acuña de suspender las clases, Ademys convocó a un paro -en completa soledad- el martes 14 de marzo, que fue acatado masivamente por la docencia porteña, lo que significa que las y los docentes de UTE-Ctera pararon mayoritariamente junto a Ademys y en contra de la dirección celeste.

En la provincia de Buenos Aires, impulsados por la Multicolor y sus seccionales, se impusieron suspensiones de clases en centenares de escuelas enfrentando al gobierno bonaerense y a la burocracia de Roberto Baradel, y en esta semana, movilizaciones multitudinarias conmocionaron a La Matanza, Ensenada, Lomas de Zamora y Marcos Paz, además de reclamos y movidas en numerosísimos distritos. La reacción a la ola de calor, que amenazaba con extenderse a una ola de paros, obligó al gobernador Axel Kicillof a declarar públicamente por los medios de comunicación que “autorizaba” a suspender las clases. El manifiesto recule de Kicillof, sin embargo, no calmó los ánimos, porque generó una ola en las redes, pero de insultos.

El proceso de lucha docente abierto a fines de febrero y comienzos de marzo fue un primer round, del cual los gobiernos y la burocracia de Ctera salieron golpeados. Está planteado apoyar con acciones concretas a las luchas en curso para que triunfen, y retomar el plan de acción para reabrir las paritarias en el resto de las jurisdicciones. Una acción decidida de parte de las conducciones antiburocráticas es clave para avanzar en esta orientación, para lo cual Tribuna Docente pone todo su empeño.