Sindicales

1/8/2002|765

Grave ataque contra el Sindicato del Pescado

El Ministerio de Trabajo ha dado lugar a la impugnación parcial de las elecciones del 15 de marzo presentada por la derrotada burocracia sindical menemista del Pescado.


Si tenemos en cuenta que obran en poder del Ministerio la totalidad de las actas de escrutinio, de todas las mesas de votación, firmadas en conformidad por los fiscales de todas las listas, está claro que estamos ante un absurdo.


De hecho, la tenencia de estas actas, juntamente con la validación del escrutinio general, llevado adelante en la sede territorial del Ministerio de Trabajo por los cinco integrantes de la Junta Electoral pertenecientes a todas las listas intervinientes, obligaron al Ministerio a extender más rápido de lo habitual la certificación provisoria de la nueva directiva.


Pero debemos recordar un dato fundamental: tanto la convocatoria, como todo el proceso electoral, fue dirigido por un delegado normalizador designado por el propio Ministerio de Trabajo. No cabe otra conclusión de que estamos en presencia de un mamarracho jurídico que pretende justificar la impugnación.


Más allá de las enérgicas acciones judiciales que emprendieron los abogados del Soip y del Polo Obrero, hay que concluir que se trata de una audaz provocación política.


Para todas las expresiones combativas del movimiento obrero y popular está planteado un gran desafío: pronunciarse y movilizarse hasta derrotar el intento burocrático-estatal contra el Soip. La ofensiva menemista está orquestada por el ministerio de Barrionuevo. Pretende desmembrar la intersindical portuaria y reinstalar un aparato rompehuelgas. También se busca aislar a las organizaciones de desocupados de los grandes sindicatos marplatenses.


Dos décadas de lucha antiburocrática serán defendidas en todos los terrenos. Pero la clave del triunfo será siempre la capacidad de traducir los intereses de la clase obrera portuaria.