Sindicales

18/10/2016

Gravísimo ataque contra un chofer de la ex Ecotrans

El hecho se produce en medio de un clima de violencia y patotas armadas. Los Cirigliano de Macri


Un colectivo, conducido por un carnero contratado por la patronal, atropelló a un huelguista de la línea 163 y lo arrastró treinta metros antes de, por fin, detenerse. Se trata de una escalada de violencia en torno al conflicto de los trabajadores de la ex Ecotrans, que fuera dividida en varios núcleos en algunos de los cuales los nuevos empresarios intentan imponer su propio orden -que incluye reducir personal, disciplinar a los trabajadores para imponer un régimen laboral de flexibilización laboral, trabajo en negro y jornadas de hasta 16 horas- a punta de métodos patoteriles. La violenta actitud patronal casi se cobra ayer una vida ante la mirada pasiva de la burocracia sindical de la UTA, que incluso le provee a los empresarios delegados para que actúen según esos fines.


“Los compañeros habían iniciado un paro debido a que la empresa Metropolitana suspendió compañeros y despidió a un trabajador arbitrariamente -explica Carlos Pacheco, delegado general de los trabajadores, a Prensa Obrera-. Los empresarios contrataron carneros ajenos a la línea que conducían los colectivos por catorce horas en negro. En un primer momento hacían un recorrido que no llegaba a la cabecera de la línea, donde habíamos instalado un acampe de protesta. Pero luego pasó uno. Y el segundo que pasó atropelló y arrastró treinta metros a nuestro compañero”. Tras rescatar al huelguista herido, sus compañeros radicaron la denuncia correspondiente en la comisaría de la zona. “Estuvo internado, está golpeado, le dieron el alta pero tiene que estar en reposo recuperándose por las lesiones”, explica Pacheco.


-¿Es un caso aislado?


-No, desde que empezaron las nuevas empresas la violencia fue su método. Primero pusieron una seguridad privada con gente que anda armada. Querían restringir el paso de los trabajadores por sus lugares de laburo y usaban a estas personas para para apretar. El otro episodio grave fue cuando quedamos en hacer una reunión con la empresa en el Ministerio de Trabajo en la sede de la línea 182. Nos trasladamos al lugar, pero nos recibió una patota armada dirigida por el burócrata del lugar, el delegado Gabriel Sosa, que estaba con toda esta gente enfierrada, que nos amenazaba para que nos fuéramos. Que nos estuvieran esperando demuestra que estaba todo orquestado con la empresa. Los muchachos hicieron el aguante y los otros se tuvieron que ir, pero podría haber terminado mal. Hicimos la denuncia en la comisaría y Sosa estuvo dos días prófugo. Ahora reapareció y está refugiado por la patronal dentro de la empresa.


-¿Quiénes son los dueños de la empresa?


-En realidad se trata de la empresa Sargento Cabral, pero que fue absorbida por los Zbikoski, dueños de la Metropolitana. Forman parte de uno de los cuatro grupos empresarios beneficiados por los subsidios, con el mismo sistema del entramado de hace años. Para nosotros, son los nuevos Cirigliano de Mauricio Macri.


El paro, que se había iniciado con una ofensiva brutal de la patronal para imponer la flexibilización a los trabajadores, había empezado el lunes 17 a las 0 porque a los aprietes, el despliegue de retiros voluntarios y el intento de quebrar el acuerdo que había evitado quinientos despidos se sumaban suspensiones y un despido arbitrario. Hay carpas en las cabeceras de tres líneas y está planificado un acto el jueves a las 10 en la plaza San Miguel y las 13 en la cabecera de Merlo. En estos momentos están llegando más telegramas de despidos a los trabajadores huelguistas.


La presencia de patoteros con armas de fuego (en las vísperas del sexto aniversario del crimen de Mariano Ferreyra) y el atropellamiento de un trabajador llevado adelante por un carnero contratado por la patronal constituyen una grave escalada en las agresiones contra los trabajadores que debe ser severamente repudiada y enfrentada por todo el movimiento obrero y popular.


 


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