Sindicales

1/12/1994|433

“ Había que hacer una lucha de verdad…, así que nos jugamos… y ganamos.”

¿Cómo comenzó la ocupación?


“La idea de quedarnos adentro de la mina existía desde hace tiempo, y había aceptación.


“Cuando venció el plazo para contestar nuestro petitorio, el compañero Martínez (jefe de un frente) planteó que nos quedásemos abajo ese día. Realizamos una asamblea con la presencia de los delegados de base de ATE y el segundo turno y se aprueba quedarse adentro y tratar de sumar a los otros turnos. Osuna (intendente), la concejal radical Cristina Arellano y algunos dirigentes de ATE se declaran contrarios a ocupar, ya que estaba prevista una asamblea comunitaria. Ante esta situación, un sector importante del segundo turno se retira de la mina y sólo 40 mineros nos quedamos a esperar al  tercer turno. Entran dirigentes de ATE y el intendente, alguno increpa duramente a Martínez, pero los trabajadores presentes reclaman que se haga la reunión con el turno que entraba. En esa asamblea, dónde habría unos 150 compañeros, se decidió jugarse el todo por el todo y ocupar. El compañero Ricardo Bordón (secretario general de la seccional Río Turbio de ATE) sale inmediatamente a respaldar la medida, y a Osuna no le queda más remedio  y promete su apoyo.


“A la mañana siguiente se sumó el primer turno y los compañeros que se habían retirado del segundo, con lo cual la ocupación empezó con los turnos casi completos y casi nadie se retiró a lo largo de los 11 días”.


¿Por qué se decidieron a ocupar?


Es que veníamos siempre con esos paros de una horita, o tal vez de un día, alguna movilización, y de esa forma no  pasaba nada hermano. Había que hacer una lucha de verdad si queríamos pararle la mano a la empresa, así que nos jugamos … y ganamos.


¿Qué pasó  dentro de mina con el gobernador?


Mirá, había mucha bronca, por la cuestión de la bandera chilena. Se había tirado de lleno contra los mineros y porque recién llegó al décimo día de la ocupación, a las cuatro de la mañana. La decisión era que antes de las 8 no entra nadie, así que tuvo que esperar. Los puestos de guardia revisaron a la comitiva oficial a ver si llevaban los elementos de seguridad, se consultó a la asamblea si podía entrar con los periodistas. ¡Vayan pasando de a uno al colectivo!, ordenó el minero que estaba de guardia y les tomó los nombres; al llegar el vicegobernador le preguntaron el nombre y dijo Arnold. ¿Arnold cuánto?, preguntó el guardia. Eduardo, contestó. Como tenía el casco en la mano, le pidieron explicaciones y alegó que le habían dado un casco chico, así que esperó a conseguir un casco que le sirviera para dejar pasar el colectivo. Así pasaron el control de la unión 20. Kirchner, ante la asamblea, dijo que la cuestión de la bandera era un malentendido, que su madre era chilena y que iba a tratar de mediar para solucionar el conflicto, nadie lo aplaudió. Hablaron varios mineros: Castillito le hizo acordar que la responsabilidad por la privatización era del gobierno provincial, le recriminó los subsidios que le ha otorgado a la empresa, le reclamó por la demora en aparecer y le dijo que él lo había votado, pensando que iba a ayudar a los trabajadores, pero se equivocó. Todo el mundo aplaudió. Luego Aballay le dice al gobernador: “Vea cómo estamos durmiendo hace muchos días y esta lucha se hace con respaldo del gremio, pero usted ha tratado a veces al gremio  con desprecio, como a subversivos, de irresponsables y otras cosas, pero al gremio lo elegimos nosotros para que nos defienda y para que las autoridades lo respeten”.


Otra vez hubo muchos aplausos, y finalmente el gobernador se retiró.


¿Cómo decidieron aceptar la oferta de aumento?


Es que ya desde el día anterior se venía pensando en la posibilidad de aceptar entre 50 y 70 pesos al básico. Para colmo, esta sensación mayoritaria se filtró y algunas radios hicieron campaña en favor de que si la oferta llegaba a 50 pesos había que levantar. Esa tarde, una asamblea rechazó el planteo de 35 pesos al básico, que la conducción de ATE nos había informado telefónicamente. Finalmente, por la noche, recibimos el Fax con el acuerdo ya hecho y sólo faltaba que lo aprobemos para firmarlo. La mayoría a favor de aceptar fue masiva, y sólo yo y otros pocos compañeros votamos por el NO. Yo pienso que con la fuerza que estábamos se podía conseguir más, pero la mayoría se sintió conforme. Es un gran triunfo igual, porque el aumento salarial es importante y porque ahora estamos más fuertes que nunca, y enteros…