La patronal de Fiat sigue adelante con sus planes. Después del despido de Gallo han continuado las presiones sobre activistas y trabajadores para que renuncien; las persecuciones dentro de fábrica; y los aumentos en los ritmos de producción. Hay una sangría.

La patronal se envalentona ante la ausencia de una respuesta por parte de la organización sindical. La directiva viene vacilando desde hace cinco meses. El despido de Gallo demostró, ya sin vueltas, que Fiat no tiene ninguna intención de ‘dialogar’ y sí de aplicar decididamente el convenio negrero firmado con el Smata. Pero la directiva diluye a los trabajadores con asambleas en puerta de fábrica y la organización de una”jornada de lucha”. Gallo plantea “lograr que el gobierno interceda” (en prevención de los despidos masivos que se van a producir). Ha dejado de lado el reclamo de la reincorporación de los despedidos. Para la política de obtener el reconocimiento de la UOM Ferreyra, la directiva convocó a elección de delegados, que debieron realizarse en la puerta de la planta por la negativa del gobierno y la patronal a reconocer la jurisdicción de la UOM en Fiat. Votó el 85% del padrón de afiliados, lo que revela que existe aún una base dispuesta a luchar; esto mismo se reveló en varias de las asambleas de puerta de fábrica, donde los planteos de la base son siempre a favor de un paro inmediato. La asamblea realizada con el turno tarde se manifestó abiertamente a favor de iniciar la lucha en forma inmediata.

En estas páginas y en una carta abierta que dirigimos a la comisión directiva de la UOM Ferreyra, advertimos sobre la desmoralización y el desgaste de los trabajadores que se crearía si no había una respuesta sindical a fondo. Hoy no existe otra alternativa; si este camino no se desarrolla, la patronal habrá logrado definir esta confrontación a su favor. La intervención del gobierno se ha limitado a pedir aclaraciones a la patronal sobre sus propósitos, cuando es consciente de que Fiat está cambiando trabajadores de la ex Cormec por nuevos operarios‘flexibilizados’ y con contratos precarios.

De la UOM nada se puede esperar, toda la ‘asistencia’ de la dirección nacional frente a la actual situación ha sido llamar a los trabajadores a esperar una resolución de la CGT favorable a la personería, mientras negocia su desaparición como gremio a cambio del manejo de las obras sociales.

La directiva de la UOM Ferreyra tiene que pegar un giro de 180º en su política, si quiere ganar esta lucha.