Habían transcurrido 20 días de enero y persistía el atraso en el pago de los aguinaldos a más del 50% de los trabajadores del hospital. El sector quirófano decide ir al paro a partir de las 7 horas del viernes, dejando sólo una guardia mínima para operaciones de urgencia. La medida se cumple a rajatablas en los tres turnos, a pesar de las presiones y amenazas. Los delegados convocan a las secciones a reunirse y discutir la extensión de las medidas de fuerza (enfermería, pediatría, etc.). Las autoridades tratan de quebrar esta tendencia. Sorpresivamente aparece la plata del aguinaldo para enfermería ese mismo día por la tarde. El lunes el sector quirófano retoma la medida. La dirección del hospital insiste en castigar al sector que lucha, postergando el pago. Y anuncia su verdadero objetivo: robar el aguinaldo pagándolo como un plus del sueldo, fraccionado en 12 cuotas mensuales. La Comisión Interna notifica a la patronal que denunciará esta ilegalidad al Ministerio y hará denuncias públicas. La que brilló por su ausencia es la directiva del sindicato (Atsa). Tres días de paro de quirófano lograron no sólo que volviera la dirección médica de vacaciones, sino que se pagaran los aguinaldos adeudados y la promesa de empezar a pagar los salarios de enero a partir del 1° de febrero.

Se estableció también un compromiso de realizar una reunión a la brevedad para discutir los reclamos de los compañeros de quirófano, de que les devuelvan conquistas que la patronal intenta arrebatarles (francos compensatorios, pago de suplencias, etc.).