Sindicales

7/7/2007|895

Hospital Garrahan: Un paro extraordinario, una asamblea extraordinaria


El Hospital Garrahan está en una lucha muy fuerte por el salario.


 


“Acá la lucha la toman todos, va más allá de los gremios. Lo que convoca a la gente son sus necesidades. En Centro Quirúrgico hasta hace poco se adhería a los paros una minoría. Esta vez sólo trabaja el jefe. Ni nos asomamos por el servicio”, sostiene Gustavo, de Imágenes. “Viene con mucha fuerza”, confirma Elisa, trabajadora del Hospital.


 


Contra esa firmeza de los trabajadores se fueron estrellando las mentiras difundidas por su director, el doctor Dall Bo, y las apretadas del Ministerio de Trabajo. El paro protagonizado por los compañeros del Garrahan ha superado todos los antecedentes y se ha colocado como una cuestión política de primer orden, al punto que el propio Kirchner ordenó a sus ministros alcanzar una “solución inmediata”.


 


El Consejo de Administración del Hospital, donde conviven los representantes del gobierno nacional y de la ciudad de Buenos Aires y donde la eminencia gris es el “asesor” Menehem, pariente del susodicho y factotum del hospital durante el gobierno del riojano, está dando manotazos de ahogado. Citó a una reunión de los gremios del Hospital para exigirles una definición: “O están con el Consejo o están contra el Consejo”.


Sólo consiguió la adhesión de la mafia de UPCN. Tanto Sutecba como la Asociación de Profesionales están fuertemente presionados por sus bases, y en el caso de los médicos los síntomas de malestar y su adhesión al paro son cada vez más significativos. La junta interna de ATE, independiente de la burocracia de Arrechea y Micheli, le respondió al Consejo como corresponde: rechazando la conciliación y profundizando el plan de lucha. El paro de 48 horas se cumplió en forma rotunda, pese a los enviados del Ministerio.


 


Durante el paro, el Ministerio envió inspectores para verificar el cumplimiento de las guardias. “Les hicimos un piquete a los alcahuetes del Ministerio -dice Elisa-, para que no entraran a marcar a los compañeros que estaban parando”. Durante toda la noche del miércoles, el piquete paró la entrada de los inspectores al grito de “Ministerio, Ministerio, controlá el trabajo en negro y dejanos de joder”.


 


La asamblea general del viernes colmó el Aula Magna. Uno tras otro los oradores reafirmaron la lucha y la necesidad de profundizar las medidas. Se votó realizar un paro de 72 horas para la semana próxima, con sólo dos votos en contra… que planteaban llevar la medida a 96 horas.


 


Uno tras otro, los compañeros señalaron en las propias narices de Micheli la agachada de levantar el paro del 31/3 y reclamaron el paro general de la salud y de los municipales. “La directiva de ATE -continúa Elisa-, apareció cuando no le quedaba otro remedio ya que nosotros decidimos continuar el paro”. “Fue una sorpresa para mí que ATE viniera a darnos apoyo”, apunta Gustavo. También él piensa que “vinieron porque no les quedaba otra; para la base del Hospital son algo ajeno a la lucha”. Otro trabajador del Hospital, Pedro, del Centro Quirúrgico, también coincide: “Los del Consejo lo único que hacen es cumplir las órdenes del gobierno y cuidar sus puestos. Estamos luchando con la Junta Interna de ATE, que se abrió de la política de ATE Central”.


 


Entre las delegaciones presentes se encontraban compañeros de Lafsa, del Bauen, del Polo Obrero y el Partido Obrero de la Zona Sur, despedidos de Alpi, y muy especialmente los compañeros autoconvocados del Ramos Mejía. Fue ovacionada la intervención del compañero Charly Pérez, de Metrovías.


 


También fue aprobada por unanimidad la propuesta planteada por la delegación del PO de convocar a todo el activismo, las agrupaciones de izquierda y piqueteras a un acto público el jueves 14, a las 15 horas, en la puerta del Garrahan.


 


Tenemos que hacer de esta convocatoria un eje de reagrupamiento para los 33 hospitales de la Ciudad de Buenos Aires y también para los compañeros de Provincia, unir en una sola todas las luchas que están dando hoy los trabajadores estatales de la salud. Si se alcanza esto, y si en el Hospital se logra volcar definitivamente a los médicos a la lucha, como dijo el compañero de Metrovías, va a quedar en claro que los trabajadores podemos.