En PO Nº 885 informábamos que los trabajadores del Hospital Ramos Mejía habían logrado imponer la restitución del pago de las horas extras (módulos) y la elección en Asamblea General de una Comisión Interna Transitoria compuesta por 10 compañeros. La burocracia del Sutecba, ‘apretada’, desconoció a sus propios delegados burocráticos y se comprometió a convocar elecciones democráticas para el 31 de marzo (luego de dos años de postergación).

 

Pero apenas el movimiento refluyó, la burocracia de Sutecba se negó a reconocer a la Transitoria y nombró un interventor. Por supuesto, la convocatoria a elecciones no ha aparecido. El Ramos Mejía es uno de los mayores hospitales de la Ciudad y la burocracia del Sutecba está aliada a Ibarra y a Juan José Alvarez.

 

Un grupo de activistas cree necesario desafiliarse del Sutecba, para afiliarse a ATE, pero ésta también ha entregado la lucha de los trabajadores y está aliada a Ibarra. La burocracia de Sutecba desearía que los activistas se alejen de la masa afiliada al Sutecba, que renuncien al trabajo de recuperación del sindicato y que se nucleen en pequeños aparatos “antiburocráticos”.

 

Hay que reagrupar fuerzas y exigir que se convoque a elecciones democráticas para comisión interna. Y retomar el reclamo de un aumento de emergencia que lleve el salario mínimo a 1.500 pesos.