Que los hospitales de la Ciudad de Buenos Aires se encuentran (al igual que el conjunto de la red sanitaria nacional) en una situación de colapso ya no es novedad. Que las organizaciones gremiales de las dos centrales sindicales ATE (CTA), UPCN y Sutecba (CGT), más la Asociación de Médicos Municipales vienen -cada uno a su manera- negociando una paritaria clandestina con el Gobierno de Macri para imponer un techo salarial a los trabajadores de la salud del conjunto de los hospitales, tampoco resultaría digno de provocar asombro en ningún empleado sanitario.
Lo que sí comienza a instalarse como una verdadera novedad es un proceso de organización por parte de trabajadores y profesionales, el cual viene desenvolviéndose en un importante sector de los hospitales porteños. El “Espacio de Asamblea Interhospitalaria” impulsa un programa reivindicativo que ha sido abandonado estratégicamente por la burocracia sindical (en su mayoría kirchnerista) o, en el mejor de los casos, tomado parcialmente como un “saludo a la bandera”.

Hospital Alvarez

El “Frente en defensa del Alvarez” (un nucleamiento que reúne a trabajadores y profesionales del nosocomio, más vecinos y distintas organizaciones) realizó, exitosamente, un festival en la puerta del hospital el 10 de abril para denunciar el abandono por parte del gobierno de Macri de los urgentes arreglos que debieron realizar posteriormente al incendio de enero. El cuadro de situación en el Alvarez es prácticamente calamitoso y hasta han dejado de funcionar sectores “sensibles” como neonatología. El hospital, al cual no se le ha realizado absolutamente arreglo alguno, funciona con una capacidad operativa de un 40 por ciento.

Hospital Borda

Las últimas semanas del Borda han colocado en los pasillos del hospital un nuevo espacio de organización de los trabajadores: los Autoconvocados. Mientras la mayoría de los gremios vienen acordando clandestinamente con la vicejefa de Gobierno, María Eugenia Vidal, un pacto para realizar algunos arreglos “cosméticos” en un sector del Pabellón Central, a cambio de entregar progresivamente sectores del hospital para el comienzo de las obras del Centro Cívico que Macri pretende construir en los terrenos del Borda y el Moyano, el cual implicaría el cierre paulatino de los hospitales. Los empleados (la mayoría afiliados a los gremios) comienzan a organizarse con los Autoconvocados. El acuerdo ha generado una crisis en la misma Intergremial: Sutecba se ha pronunciado junto a los Autoconvocados contra el Centro Cívico en el Borda, mientras el resto de los gremios (ATE, UPCN, AMM) pretende refrendar la capitulación, en una asamblea llamada entre gallos y medianoche. El 18 de abril se realizó un exitosísimo abrazo al hospital -convocado y organizado por los Autoconvocados- en el que estuvieron presentes un centenar de organizaciones sociales, gremiales, políticas y estudiantiles, frente a la atónita mirada de los delegados de la burocracia sindical.

Hospital Muñiz

La segunda asamblea masiva de médicos, convocada principalmente por el agravamiento de la situación edilicia (disminución de camas, cierre del Pabellón Kosch, etc.), ha resuelto declarar al hospital en estado de emergencia, exigir un plan inmediato de obras con plazos determinados y formar una comisión de seguimiento -electa en la Asamblea- con la función de fiscalizarlas. También resolvió, en sintonía con el Borda, la realización de un abrazo al Muñiz el 24 de abril.

Por un Plenario Interhospitalario

Tribuna de Salud, que viene participando activamente de la organización de las luchas que comienzan a instalarse en los hospitales porteños, impulsará la realización de un Gran Plenario Interhospitalario frente a la parálisis de la burocracia sindical, para las primeras semanas de mayo.