Sindicales

22/12/2011|1207

Huelga general en el Inti

Los trabajadores del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (Inti) vienen cumpliendo un paro total con piquete desde el jueves 15, con cientos de compañeros participando. El 20 de diciembre, el paro se acompañó con un corte de la avenida General Paz, junto con el apoyo de otros institutos estatales, en contra del ajuste que el gobierno quiere descargar sobre los trabajadores. El corte fue rodeado por no menos de 500 efectivos conjuntos de la Infantería y la Gendarmería. Luego del corte, donde participaron más de 400 compañeros, la movilización se trasladó a las oficinas de la presidencia, donde los compañeros entraron cantando “que se vayan todos, que no quede ni uno solo”. Al finalizar la movilización, la nueva presidencia del instituto acercó una propuesta que no incluyó el reclamo más sentido: el pago de la bonificación de fin de año, recortada por las nuevas autoridades.

Recientemente, los medios de la ‘corpo’ han destacado un enfrentamiento hacia adentro del Ministerio de Industria, entre Enrique Martínez, ex titular del Inti, y la ministra de Industria, Débora Georgi.

Según las declaraciones del nac&pop Martínez, su renuncia se debe a un cambio de ‘paradigma’ del instituto: quieren tener un Inti “que trabaje menos con los pobres y más con las empresas” (La Nación, 14/12).

Además, agregó “el Ministerio de Industria plantea que ahora el Inti deberá poner menos énfasis en la economía social para mantener un perfil orientado a la innovación y trabajará codo a codo con las empresas para desarrollar en el país avances tecnológicos que se hacen en el extranjero y adaptarlos a las características locales” (La Nación, ídem).

En verdad, se trata de una pelea de camarillas. Según Martínez, Giorgi habría bloqueado la creación de una ley para el Inti que, entre otras cosas, establecía un mayor financiamiento. Esa es la base fundamental de la ruptura, puesto que los trabajadores sabemos que sólo una ínfima parte del trabajo que realizamos corresponde a “economía social”. El Inti es un gran laboratorio que asiste a la gran industria por chauchas y palitos. Los trabajos que se realizan en el instituto valen fortunas en laboratorios privados.

La llamada ‘sintonía fina’ con la que pretende actuar Cristina Krichner, efectivamente ha producido un cambio en el Inti, pero no de paradigma, sino que apunta a eliminar las conquistas que los trabajadores logramos mediante lucha, asambleas y paros. Es que los trabajadores del Inti hemos logrado conquistas que en el resto del Estado prácticamente no existen: jardín de infantes hasta los cinco años; bonificación de fin de año; somos el único organismo que pudo romper el techo salarial en la última paritaria, logrando un 6,5% adicional por encima del aumento pactado entre UPCN y Nación; tenemos un comedor y transporte gratis para todos, etc.

El nuevo presidente, Guillermo Salvatierra, un hombre ligado a los agronegocios, negó el pago de la bonificación y el 6,5% mencionado, y recortó de inmediato la bonificación de fin de año. Como se ve, la “sintonía fina” es un ajuste sobre los trabajadores del Inti.

Esta situación ha generado una gran revuelta entre los trabajadores, que al cierre de esta edición resolvían, en una asamblea de más de 600 compañeros, continuar el paro y realizar un nuevo corte en la General Paz el jueves 22.

Los principales dirigentes de ATE y CTA han brillado por su ausencia en esta huelga, que ya lleva una semana. La última asamblea votó como resolución exigirle a estas direcciones que convoquen a un paro general para conquistar los reclamos de los trabajadores.

Esta enorme huelga es el anticipo de las luchas que tendremos que librar los trabajadores para defender nuestras conquistas. Aunque se acerquen las vacaciones, libraremos esta lucha hasta el final y conquistaremos lo que es nuestro. A diez años del Argentinazo, estamos de pie y en lucha.