Las reuniones de delegados, convocadas para la semana del 8 al 12 de agosto, están siendo pateadas para los días posteriores al paro de Ctera del 10/8. Una maniobra de Baradel y la conducción celeste del Suteba provincial para no agitar las aguas cuando crece el reclamo de paro activo nacional con movilización contra la criminalización de la protesta y en apoyo al reguero de huelgas provinciales, por el salario y la reapertura de las paritarias.

A menos de 24 horas del inicio del paro del miércoles, la Ctera demora una definición sobre la urgente y necesaria movilización del 10. No hay lugar ni hora, aunque ha trascendido una posible convocatoria de apuro a la Casa de Chubut para cumplir con las formas. Nada se anuncia sobre la salida de micros desde las seccionales para movilizar decenas de miles de docentes bonaerenses, una necesidad para quebrar la intransigencia de los gobernadores del ajuste y la ofensiva fondomonetarista. No lo hacen porque apoyan a Sergio Massa, el padrino del represor Arcioni, gobernador de Chubut.

El lunes pasado, y para asegurarse el inicio de las clases en la provincia de Buenos Aires, el Director General de Escuelas bonaerense (DGCyE), Alberto Sileoni, anunció que “se convocará a los docentes” ante el salto inflacionario. Puro humo, porque iniciado agosto no hay fecha siquiera de llamado a la Comisión Técnica Salarial, ni mucho menos de reapertura de paritarias. Esto le bastó a Baradel y a todo el FUDB para seguir sosteniéndole la vela a Axel Kicillof, incluso después de que el gobernador se reuniera con Massa para ajustar los números de la provincia y el congelamiento de los ingresos de trabajadores al Estado (un golpe a los ATR en una provincia donde la dirección de Suteba cogestiona desde hace años una estructura laboral precaria y paralela por fuera del Estatuto del Docente con programas “socioeducativos” varios).

Subordinados a Kicillof y al ajuste, el “acuerdo paritario” firmado por las burocracias del Frente de Unidad Docente Bonaerense contempla el pago de dos cuotas faltantes en septiembre (14%) y una última en diciembre del 10%, que totalizan el 60% anual mentiroso que corre detrás del aumento de los precios y unos 30 puntos por debajo de las proyecciones de inflación anual. Debido al derrumbe de los salarios básicos y las pérdidas salariales acumuladas, el “60%” deja a toda la escala docente por debajo de la canasta de pobreza por un cargo.

La Ctera venía demorando el paro nacional a la espera infructuosa de que se desinflen las huelgas provinciales que pusieron en el tapete una respuesta y medida de acción nacional y unificada. Las luchas en el interior del país arrancaron en junio y fueron abandonadas a su suerte y boicoteadas por la Ctera. Recién llamaron al paro nacional cuando Arcioni fue muy lejos y fogoneó el encarcelamiento de Goodman, integrante de la conducción oficial celeste. Un golpe disciplinador contra las movilizaciones docentes y de todos los trabajadores contra el ajuste fondomonetarista.

Ctera hace malabares para no darle un carácter activo al paro nacional. Le teme a la intervención popular cuando hay un ascenso huelguístico de la docencia reclamando la reapertura de las paritarias y un inmediato aumento salarial contra el fraude de las sumas fijas que pretenden Massa, Cristina y Kicillof para imponer -decretazos de por medio- “aumentos” a la baja y sin paritarias. En la misma sintonía desmovilizadora, Roberto Baradel y la Celeste rechazaron parar provincialmente el pasado 2 de agosto, a cuatro años del asesinato laboral de Sandra y Rubén.

A su vez, Ctera se resiste a una movilización masiva porque quiere evitar unir la lucha docente con el plan de acción de las organizaciones piqueteras, que marcharán con el Polo Obrero a la cabeza, el miércoles 10 a Plaza de Mayo, reclamando un salario mínimo de 105.000 pesos. Las burocracias de Ctera y Suteba dilapidan un tiempo que no tienen los trabajadores: la inflación de julio será del orden del 8% y la proyección inflacionaria anual se calcula en un 90% para el 2022.

Prima la contención burocrática pero también la respuesta de lucha de la docencia autoconvocada, por dentro y fuera de los sindicatos, con asambleas masivas que renuevan los planes de lucha. El V Plenario de la Coordinadora Sindical Clasista consideró en profundidad este nuevo escenario en el movimiento docente llamado a impactar en todo el movimiento obrero. Allí donde hay un canal abierto, los trabajadores de la educación hacen asambleas, paran y se movilizan para ponerse a la cabeza de todos los reclamos salariales, laborales y contra el ajuste a la educación pública.

Buenos Aires no es una excepción a este proceso que ya tiene dimensiones nacionales. En Bahía Blanca, el Suteba Multicolor convocó a un paro distrital antes del receso de invierno que fue muy importante. En Moreno, y a pesar de la negativa de Suteba y del FUDB a llamar al paro provincial en el aniversario de la voladura de la escuela 47, la movilización del 2/8 fue masiva con la participación en pleno de muchas escuelas. Suteba tiene la responsabilidad de convocar y garantizar la presencia de miles de docentes del conurbano y el interior provincial en el marco del paro del 10 de agosto contra la criminalización de la protestas sociales, por el desprocesamiento de todos los luchadores y por todas las reivindicaciones urgentes.

Como señalamos, Suteba provincial convocó a plenarios de delegados antes de que Ctera definiera con idas y vueltas el paro nacional y cuando sus aspiraciones no iban más allá de ir como furgón de cola de la CGT a la incierta movilización del 17 en apoyo al gobierno de Alberto Fernández y el superministro Massa. Yasky en persona adelantó la disolución de la Cta donde reviste la Ctera. No quieren que se escuche la voz de los y las docentes que reclaman el paro activo y un plan de lucha con continuidad y asambleas con mandato. Bajo el impacto de la sucesión de huelgas docentes provinciales por el salario y del propio paro de la Ctera -que será sin dudas enorme-, Tribuna Docente llevará a los cuerpos de delegados del Suteba una moción de continuidad del plan de lucha, de paro provincial y movilización el 17 a Plaza de Mayo con total independencia de las burocracias de la CGT y las CTAs y contra el pacto de los Fernández, Massa, Kicillof y los gobernadores del ajuste.

Sin siquiera formalizar una propuesta salarial, el FUDB dejó trascender el pedido de una nueva cuota del 10% y el ministro Sileoni le habría ofrecido como alternativa el adelanto de algún tramo ante la escalada inflacionaria. Muy poco todo y muy lejos del piso de 105.000 pesos por cargo que es el costo de la canasta básica devastada por el crecimiento brutal del precio de los alimentos y la devaluación de los salarios. Sobran razones para que los docentes de la provincia de Buenos Aires se incorporen al pelotón de provincias en huelga. Tanto Jaime Perzcyk como Alberto Sileoni ratificaron la extensión de la jornada laboral en primaria agravando la superexplotación y deprimiendo aún más los salarios; una “quinta hora” que además pretende ejecutarse en escuelas sin obras, faltante de docentes y sin presupuesto educativo

Suteba le escapa al paro en la provincia de Buenos Aires cuando sigue sin definirse la suerte de los 22.000 docentes precarizados del ATR que cesaron en julio. Al verso de la “prioridad” de los ATR cesantes le oponemos la lucha por la continuidad de los compañeros, incorporando a los despedidos a las plantas orgánicas funcionales, que es la exigencia que defienden los docentes precarizados con las movilizaciones en La Plata.

Las reuniones de delegados con mandatos de escuelas deben ponerle monto al reclamo salarial para emplazar al gobierno de Kicillof con un plan de lucha que rechace también y de plano la quinta hora que desconoce la jornada laboral de la docencia y su Estatuto. Con mandatos y acciones preparemos un gran plenario provincial Multicolor para enfrentar los ataques del gobierno y romper la integración de las burocracias docentes.

En este nuevo escenario de ascenso docente se realizará el 7 de septiembre la elección de Ctera. Vamos con el voto a la Multicolor para poner en pie a la docencia bonaerense por el salario, la defensa del IPS y las jubilaciones, contra la reforma laboral precarizadora del trabajo y la educación, por los 12 puntos de escuelas seguras, la construcción y refacción de escuelas, el aumento del presupuesto y contra el ajuste fondomonetarista.