En la misma semana que el gobierno anunció su plan de reformas antiobreras de la mano de la CGT y los partidos patronales, los técnicos y profesionales del Inti le respondieron con un macizo paro general.

 

Desde el primer trimestre del año, los trabajadores del Inti vienen llevando adelante un pliego de reclamos que no encuentra respuestas: pase a planta permanente del 80% del plantel que se encuentra precarizado; descongelamiento de la carrera laboral; pago de retroactivos adeudados y un aumento salarial complementario a la paupérrima paritaria del 20% firmada por UPCN.

 

La medida de lucha se dio en medio de una persecución política a delegados de ATE y trabajadores organizados. La escalada de ataques incluye el intento de desconocer a casi 50 representantes legalmente electos en diciembre pasado, así como el bloqueo del correo institucional del gremio y la casilla de mail de trabajo de toda la Junta Interna y el cuerpo de delegados. Por otra parte, se han querido implementar descuentos a una veintena de delegados por un cese de actividades con permanencia en el lugar de trabajo el pasado 13 de julio.

 

El presidente del Inti, Javier Ibáñez, se ha lanzado tras las elecciones legislativas a nuevos ataques. Así, como represalia a la votación del paro del 2 de noviembre, ordenó el descuento de un día de trabajo a 25 agentes del instituto. Y envió un comunicado a todo el personal plagado de amenazas hacia los delegados y de advertencias a los trabajadores para que no realizaran medidas de fuerza.

 

Frente único

 

La jornada de paro, sin embargo, fue multitudinaria. A media mañana, debajo de una lluvia implacable, una movilización interna con más de 500 trabajadores de todos los sectores del organismo fue al encuentro de otros cientos de trabajadores que los esperaban en la puerta del instituto en General Paz al 5400, junto a quienes se trasladaron hasta la Avenida Constituyentes custodiados por un descomunal operativo policial.

 

La inmensa columna que marchó por la colectora estuvo encabezada por delegados de la Junta Interna y de la Lista Naranja de ATE-Inti, representantes de ATE nacional, de la Coordinadora Sindical Clasista (CSC) y el secretario general del Sutna, Alejandro Crespo, acompañado de los delegados generales de las Juntas Internas de Pirelli, Firestone y Fate, en una clara muestra de solidaridad obrera.

 

A la importante jornada se sumaron también delegados de la CTA Capital, de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), del Instituto de Investigaciones Científicas y Técnicas para la Defensa (Citedef), del Hospital Garrahan, del Ministerio de Educación y del Ministerio de Agroindustria de la provincia de Buenos Aires, de la Junta Interna del Segemar, del Inta, Lista Naranja de Telefónicos, delegados de la Lista Multicolor de los Suteba de Tigre y Escobar y compañeros del Polo Obrero, sólo por mencionar algunos de los participantes de esta amplia convocatoria.

 

Hubo un acto principal que tuvo como orador principal a Crespo, seguido por saludos y adhesiones de diversos integrantes de comisiones internas y representantes de organizaciones sociales. El cierre contó con las palabras de Romina Del Plá, actual secretaria general del Suteba La Matanza, recientemente electa diputada nacional de la provincia de Buenos Aires por el FIT-PO, quien afirmó que “hay enormes reservas de lucha en el movimiento obrero para enfrentar estos ataques” y denunció el pacto entre Macri y la CGT.

 

Cabe señalar que habrá una nueva asamblea general en el instituto donde se decidirá cómo profundizar las medidas para contrarrestar la embestida desplegada por el gobierno. La jornada del 2 ha sido sólo una muestra de la capacidad de respuesta cuando se piensa y se actúa como clase.