Sindicales

16/1/2020

Importante asamblea de monotributistas vota plan de lucha

Monotributistas Organizadxs movilizará a la sede central de AFIP el 5/2 contra el aumento del 51%

El martes 14 de enero, más de 100 trabajadores colmaron la sede de Agd-Uba para participar de la segunda asamblea de Monotributistas Organizadxs. Se trata de un espacio recientemente constituido que nuclea a trabajadores monotributistas, incluyendo tanto a quienes sufren la dependencia laboral encubierta (en el ámbito privado y estatal) como aquellos que ofrecen sus servicios por cuenta propia (trabajadores de la cultura, de oficios y de profesiones). Su punto central es la lucha por la derogación del injusto aumento del 51% en el monotributo, sancionado durante los últimos días del macrismo y sostenido por la administración de Alberto Fernández.


La asamblea tuvo una función resolutiva: votó un plan de lucha para conquistar las reivindicaciones. El eje fue colocado en una concentración en la sede central de la Afip en Plaza de Mayo el miércoles 5 de febrero a las 11 am -pasando a las 10 am por el Ministerio de Trabajo- para acompañar la entrega de un pliego de reclamos a los funcionarios políticos. En este documento, se ponderará especialmente la retrotracción del aumento del 51% y una serie de puntos especiales y exenciones para las categorías más bajas.


En esta línea, la elección de la Afip como núcleo de la convocatoria responde a que el aumento, sancionado como una modificación a la ley 24.977, fija en su artículo 4 que el mencionado organismo “establecerá las modalidades, plazos y condiciones” de las enmiendas aprobadas. Es decir, que consagra a la Afip como ente responsable de su ejecución.


Por su parte, la diputada nacional del Frente de Izquierda, Romina Del Plá, envió un apoyo al reclamo y se comprometió a trabajar en conjunto por la presentación de un proyecto de ley en el Congreso de la Nación y una audiencia pública. La asamblea ratificó la elaboración del proyecto con el fin de golpear en todos los flancos y llevar el rechazo del aumento al recinto responsable de su aprobación.


Por último, la asamblea votó también la realización de un festival artístico para visibilizar el reclamo, la juntada de firmas por derogación del aumento del 51% y una campaña de difusión en redes sociales.


Debates


En el transcurso de las intervenciones, y plasmado luego como resolución, hubo una coincidencia en que Monotributistas Organizadxs debía adoptar un marco definido, ligado al ámbito de los trabajadores e independiente del Estado y los sectores patronales. Este elemento marca un contrapunto entre el naciente espacio y las anquilosadas burocracias sindicales, las mismas que le han dado la espalda a los monotributistas durante décadas y que, ahora, se aprestan a acompañar una nueva ofensiva contra la clase obrera.


Los compañeros de las agrupaciones ligadas a la Coordinadora Sindical Clasista (CSC) resaltaron que el rechazo al aumento del 51% es un elemento que pone en cuestión el centro de la reforma laboral impulsada por el FMI, las patronales y los gobiernos.


La reforma laboral ve su rostro reflejado en el espejo del monotributo. La falta de licencias por enfermedad o embarazo y de vacaciones pagas, la posibilidad de despido sin indemnización y la ausencia de cargas patronales para jubilación y prestaciones de salud, entre otros muchos cercenamientos a conquistas laborales logradas hace cien años, despiertan la codicia de los capitalistas, que encuentran en este régimen fraudulento la posibilidad de “bajar costos” sin resignar un peso de sus ganancias. Por este motivo, el monotributo ha crecido gobierno tras gobierno, sin hacer distinción de su signo político.


A esto, se agrega el gigantesco robo que el Estado efectúa con el tributo de las obras sociales. El trabajador está obligado a aportar $1.041,22 a pesar de que, en la inmensa mayoría de los casos, está imposibilitado de recibir el servicio de salud: las obras sociales se niegan a afiliar monotributistas. Aducen que dicho monto es muy inferior al necesario para cubrir las prestaciones del PMO (Plan Médico Obligatorio) y que el ingreso masivo de monotributistas las llevaría a la quiebra. Este volumen enorme de dinero aportado por los monotributistas -que las obras sociales no pueden recibir- es confiscado y usufructuado por el Estado.


Esto es doblemente grave si se considera que el monto faltante para cubrir la PMO es equivalente al aporte patronal del 3-6% del salario de un un trabajador de convenio. Esta denuncia tiene una salida: el Estado, como patrón universal que recibe el monto total del tributo, también debe poner su parte patronal y garantizar el derecho a la cobertura de salud para todos los trabajadores.


Una lucha que recién comienza


Si bien el rechazo al aumento recibió una amplia cobertura mediática y las simpatías de periodistas y movileros, algunos “economistas” han desfilado por los medios diciendo que el aumento sería correcto y hasta tolerable porque se encuentra por debajo de la inflación. Esta tesis interesada busca crear la falsa ilusión de equidad entre sectores empresariales y trabajadores.


En realidad, los empresarios son beneficiados por el Estado con todo tipo de mecanismos para evitar una merma en sus ingresos, empezando por el propio monotributo. Mientras tanto, los trabajadores forzados a facturar como monotributistas, pero bajo relación de dependencia laboral encubierta, han recibido “aumentos” salariales porcentualmente inferiores al aumento del 51% en los montos que deben tributar. A su vez, los monotributistas que ofrecen sus servicios en el mercado, sin una protección de convenio y con la competencia asimétrica del sector empresarial, sufrieron las mayores pérdidas con la recesión. En el capitalismo, todo está al revés: el aumento del 51% es un premio a los empresarios que se esconden en el monotributo para evadir impuestos y un castigo a los trabajadores más golpeados por la crisis.


El veloz crecimiento de Monotributistas Organizadxs plantea el desafío de impulsar el rechazo al 51% en todas las instancias posibles. Esta lucha ya comenzó a dar los primeros pasos en un largo camino que culminará con la victoria de las reivindicaciones.