Sindicales

26/11/2018

Importantes debates en el XXXII Congreso Provincial de Suteba

Planteo impotente y encubridor de la dirección de Baradel

El congreso ordinario de Suteba fue colocado por la dirección de Roberto Baradel al servicio de la unidad pejotista de cara al 2019. Clamaron por el regreso de un gobierno pejotista, al cual presentan como la única vía para revertir el ajuste de Macri y de Vidal. Defendieron la unidad reaccionaria del  pejota  con Cristina, Pichetto, Massa, Urtubey, Schiaretti, Scioli, Solá y compañía y, en consecuencia, con los Moyano, Daer, Acuña y toda la burocracia sindical entreguista vinculada a una u otra variante pejotista.


La dirección celeste  planteó y votó por mayoría colocar al Suteba como furgón de cola del pejota que votó todas las leyes antiobreras y antinacionales de Macri –incluyendo el actual presupuesto de guerra del FMI-Macri y de todos los gobernadores.


María Laura Torre, secretaria adjunta del Suteba, en respuesta a las frontales críticas de los congresales de Tribuna Docente a esta estrategia de derrota del movimiento obrero, fue cristalina: estamos dispuestos a comernos –dijo- todos los sapos, sapitos y sapotes que sean necesarios.


Reconocimiento involuntario


El congreso fue precedido por un cierre desmoralizador del conflicto docente con un acto de no más de 300 asistentes frente a la Casa de la provincia de Buenos Aires. Paralelamente, María Eugenia Vidal  clausuró la paritaria por decreto, con una pérdida salarial de 17 puntos, e impuso el ataque más profundo contra la escuela pública de las últimas décadas (cierre de los bachilleratos de adultos; desmantelamiento de la educación especial, de los Equipos de Orientación Escolar, derrumbe de la infraestructura; ataque a la escuela técnica, etc).


Mientras el congreso se sustanciaba, el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta reprimía a docentes y estudiantes que repudiaban el cierre de los profesorados con la Unicaba, sin la presencia de UTE-Ctera, y comenzaban las movilizaciones de docentes y estudiantes de los terciarios bonaerenses por el cierre de carreras enteras, sin la presencia del Suteba.


El congreso comenzó con la proyección de un video en el que se mostraban imágenes de los 27 paros aislados y sin perspectivas de Suteba, y discursos de queja por los ataques de Vidal. El fracaso de la dirección celeste fue manifiesto.


La insistencia de todos los oradores del oficialismo en la unidad pejotista como único recurso fue una confirmación involuntaria de su impotencia para enfrentar a Vidal. Una versión degradada del “Luche y Vuelve”.


Derrotistas versus optimistas


Baradel pretendió  que la crítica a esta política de derrota, de negativa a desenvolver un plan de lucha con continuidad hasta la huelga general que quebrara a Vidal, era  “derrotismo”,  desvalorizaba la lucha de la base docente.  Nuestra respuesta a esta impostura fue la denuncia de una dirección que “administró” el conflicto  para evitar una derrota del gobierno, al punto de que la gobernadora Vidal pudo absorber 27 días de paro -repartidos en grageas- sin dificultad. Tribuna Docente resaltó la energía y la disposición de la lucha de la docencia, que salió de a miles a defender el salario, la educación de adultos, la educación especial, los equipos orientadores en las escuelas, la escuela técnica, en forma separada y sin sincronización, por la negativa del Suteba. Pusimos de manifiesto que esto se daba luego de las gloriosas jornadas del 14 y del 18 de diciembre, que habían acorralado al gobierno. Denunciamos la negativa de la dirección de Suteba de ir hasta el final, incluso,  en el reclamo de justicia luego del crimen laboral de Sandra y Rubén, cuando toda la población –no sólo los docentes- estaban indignados con Vidal, y la habían puesto entre la espada y la pared. Señalamos que esa negativa no era un error, sino la conciencia de que estaba planteada la posibilidad de derrotar a Vidal y, con ello, de abrir un  camino que conduzca a la expulsión de Macri del poder. Por el contrario, los “optimistas” se pronunciaron públicamente por la continuidad de Macri hasta el final.


La Multicolor


La  Multicolor votó en todas las asambleas el rechazo a la memoria y balance del oficialismo, pero presentó una Política Gremial común sólo en siete de sus nueve seccionales. Esto se produjo por la decisión de la Azul y Blanca (PCR) de plantear una Política Gremial aparte, tanto de la Multicolor cuanto de la burocracia Celeste, pero con enormes concesiones a la dirección de Baradel, a la que  consideró parte de un campo de lucha común y a la que le reconoció la dirección política de esa lucha contra el macrismo. Este giro político está cimentado en la ubicación del PCR dentro del campo de la oposición pejotista vinculada al Vaticano para el 2019, que reivindicaron en todos los planteos de las asambleas seccionales y del Congreso de Suteba. Tribuna Docente es contraria por completo a la postura de la Azul y Blanca, que abre un debate, que abordaremos de manera profunda, clara, fraternal, pero que significa romper un frente único clasista e independiente de la burocracia sindical y del Estado para abonar otro, de signo absolutamente contrario, enemigo del campo estructurado por la recuperación de los sutebas multicolores, como se demostró recientemente en su incorporación a la lista de la burocracia sindical en Aten en las últimas elecciones.  Con todo, el comportamiento de la Azul y Blanca no fue homogéneo: mientras en Quilmes y Berazategui votaron una Política Gremial propia, lo mismo que en el caso de Ensenada (junto a Patria Grande), en La Matanza y en La Plata votaron unificadamente con la postura de la Multicolor.


Faccionalismo y abstencionismo estéril


El PTS, en una actitud de autoproclamación, atacó la Política Gremial de la Multicolor (y particularmente al Partido Obrero) por considerarla  “lavada”  de “antikirchnerismo”. Una falsedad completa. Por otro lado, la Política aprobada por la mayoría multicolor integró en su conformación al cien por cien de los planteos que propuso el PTS, lo que testimonia el carácter fraccional y caprichoso de sus divergencias. A partir de una diferencia inexistente, el PTS montó provocaciones  en las seccionales Multicolores y expresamente en la seccional de Matanza,  en la que buscaron, literalmente, pudrir la asamblea. Sembrando confusión, llamaron a un voto “crítico”.


Se trata de un comportamiento irresponsable de una corriente que carece de toda independencia política del kirchnerismo.  Estos aprendices de brujos que publicaron en Izquierda Diario la falsedad de que el PO “en sus discursos sólo atacaron a los gobernadores del PJ no mencionando al kirchnerismo(ver “Suteba: masiva asamblea en La Matanza rechazó a la política de Baradel”, 22/11), son los mismos que en enero del 2016 festejaban a Baradel señalando que “este nuevo paradigma político nos encuentra en el mismo escenario reclamando en unidad contra los despidos y la represión. Los cambios en la marea política parecen traer ahora a ‘un viejo conocido’ (Baradel) a la misma orilla de los que se plantan hace años” (ídem, 15/12/16). Más aún: la diputada Natalia  González Seligra, y una dirigente autodefinida como setentista, Grace López Eguía, en polémica con el PO, escribieron una apología kirchnerista: “los compañeros nos recuerdan que la burocracia es traidora y nos critican porque dicen que el PTS vuelve a proponer ‘desarrollar el frente único obrero con la dirección kirchnerista de Baradel, Yasky y Alesso’. Nos recuerdan que ‘la burocracia de todo pelaje acordó la reforma laboral (…) la burocracia K firmó en Atilra la entrega de numerosas conquistas (…) y en la UOM de Tierra del Fuego el congelamiento de las paritarias hasta el 2020’. En su afán de demostrarnos lo traidora que es la burocracia docente, niegan parte de la verdad cuando no diferencian que Baradel y Yasky (Suteba PBA y Ctera) no acordaron y rechazan las 3 reformas del Gobierno” (ídem, diciembre 2017).


Para tirar la primera piedra, el PTS debería tener mejor puntería, pero por sobre todo estar libre de culpa y cargo. Por último, junto al MAS, todos sus congresales faltaron sin aviso al XXXII Congreso, en el cual la mayoría de la Multicolor libró una lucha a brazo partido contra el sindicalismo kirchnerista. Son los mismos que en Aten armaron una lista divisionista que permitió a la burocracia K retomar el control de las principales seccionales en manos, hasta entonces, de la antiburocrática Multicolor.


Por una nueva dirección en Suteba


La lucha política desenvuelta por la Multicolor e impulsada por Tribuna Docente en el congreso desnudó la colaboración de la dirección de  Baradel con el gobierno de Vidal y planteó el camino de la irrupción independiente de la masa docente, por medio del plenario provincial de delegados con mandato que organice un plan de lucha con continuidad hasta derrotar a Macri  y los gobernadores. Es en esta comprensión que Tribuna Docente convoca al activismo docente a participar de su XI Congreso Nacional, los días 23 y 24 de febrero de 2019.