Sindicales

12/4/2007|987

Inmensa movilización nacional

Contra los represores de Neuquén, Salta y Santa Cruz

Más de 30.000 personas se movilizaron en Neuquén para repudiar el asesinato del compañero Carlos Fuentealba y reclamar la caída de Sobisch. Fue la marcha más numerosa que se recuerde en la historia de la provincia. Dos de los tres puentes que unen Río Negro y Neuquén estaban cortados por los docentes de Aten y cientos sitiaron la Casa de Gobierno de Sobisch. Los comercios cerraron sus puertas y se sumaron al reclamo de los trabajadores de la educación.


En Salta, la movilización también fue histórica. Más de 10.000 trabajadores conmocionaron la ciudad y profundizaron los piquetes y cortes. La policía reprimió violentamente a los docentes que bloquearon la Casa de Gobierno y ello motivó la profundización del plan de lucha.


En Santa Cruz, volvieron a movilizarse alrededor de 8.000 personas que, por primera vez, pudieron romper la coraza de policías y gendarmes que custodian a la Gobernación y llegar hasta sus puertas. Adosac, además, inició su paro de 72 horas semanal.


En Buenos Aires, más de 20.000 personas coparon el centro, y una gruesa columna de alrededor de 8.000 trabajadores, sindicatos y partidos de izquierda, encabezada por los Suteba combativos, la AGD-UBA y la Fuba ocupó la Plaza de Mayo, bajo las consignas de “No a la represión de Sobisch-Romero-Kirchner, por el triunfo de las luchas salariales de Neuquén, Salta y Santa Cruz”. Marchamos en repudio a la política de colaboración de Ctera con el gobierno y por la Autoconvocatoria Nacional de la Docencia en Lucha, ante la integración abierta de Ctera detrás del gobierno K.


Una nueva situación


Las rebeliones de Neuquén, Salta y Santa Cruz y la masiva respuesta popular al asesinato del compañero neuquino abren una nueva situación.


Yasky va al rescate de Kirchner, de Romero y del régimen sobischista.


El asesinato de Carlos Fuentealba es consecuencia de la política abierta por el gobierno de Kirchner contra el conjunto del movimiento obrero. En Santa Cruz, Kirchner militarizó las escuelas, y, en Salta, fue cómplice de la represión y del espionaje contra los maestros de parte de Romero.


El asesinato de Carlos Fuentealba es responsabilidad, además, del pacto inconmovible de la burocracia de Ctera y de Hugo Yasky con el ministro Filmus, defendido por el burócrata después, incluso, de la muerte del docente neuquino. El asesino Sobisch, pues, tiene bien cubiertas sus espaldas.


En este cuadro explosivo, la burocracia sindical, tanto de la Ctera-CTA como de la CGT, concibió el paro y las marchas del lunes como un cierre de las luchas docentes y de las rebeliones populares de las provincias.


Yasky dijo en su discurso que el límite es la represión y que “salimos a la calle a defender la democracia, porque lo que está en juego es la democracia”. Yasky reclama la renuncia de Sobisch, al que distingue de Kirchner, y pretende dar por finalizada la controversia.


Sobre el salario igual a la canasta familiar —reivindicación por la cual fue asesinado Carlos Fuentealba, y que mantiene a los maestros de Neuquén en huelga desde el 5 de marzo—, la burocracia de Ctera no ha dicho una palabra. Defiende el salario de pobreza que pactó con Kirchner y Filmus.


De Kirchner a Sobisch, pasando por los Filmus-Heller, los Romero y los Macri, todo el régimen político quedó arrinconado por la movilización popular, lo que llevó a La Nación a editorializar que el 9 de abril fue “un grito que apuntó a todos”.


Y en primer lugar a Yasky. Este no pudo contestar a las denuncias de los trabajadores de Neuquén, que votaron masivamente la renuncia de la Junta Ejecutiva de Ctera en pleno. No pudo responder acerca de su alineamiento con el burócrata Choque en Salta, ni sobre su apoyo al presidente que militariza las escuelas en Santa Cruz.


Yasky le respondió a la compañera neuquina Patricia Jure, en Radio Continental, que si la Ctera hiciera paro por cada provincia que reclamaba por encima de los 1.040 pesos tendría que estar de paro todos los días.


Yasky y la burocracia de Ctera se tienen que ir. A él también lo incluye el “que se vayan todos” que corearon los docentes en todo el país.


Más que nunca, profundizar la lucha. Más que nunca, Congreso Nacional de Bases de toda la docencia.


Cómo seguir


Las asambleas de Neuquén, Salta y Santa Cruz debaten en estos momentos un aspecto crucial: cómo seguir.


El gobierno y la burocracia sindical hacen lo imposible para que los docentes concluyan con la idea de que ya nada más se puede hacer, cuando se ha llegado hasta la muerte de un compañero. Yasky ha vuelto a plantear el tema de la mediación y postula a la Iglesia y a “personalidades de la educación” para esta tarea de caballo de Troya. Una Iglesia que carnereó el paro, que mantuvo abiertos todos sus colegios a pesar del asesinato de un docente y que fue abofeteada por el ausentismo de más del 70 por ciento de los alumnos que concurren a sus establecimientos.


Más que nunca, hay que continuar la lucha. La vida de Fuentealba no fue segada para que Yasky entregue nuevamente a la docencia por monedas.


Por el salario igual a la canasta familiar, por la defensa de la escuela pública; el paro y las movilizaciones de todo el país deben servir para fortalecer los cortes, para retomar los paros en las provincias en las que la burocracia celeste entregó la lucha y para coordinar a todos los sindicatos y sectores combativos de la docencia en dirección a organizar la huelga general de la educación hasta el logro de las reivindicaciones planteadas. Por un Congreso Nacional de Bases de la docencia que tome en sus mansos el plan de lucha por:


• Fuera Sobisch.


• Fuera Filmus.


• Fuera la represión de Sobisch-Romero-Kirchner.


• Cárcel a los asesinos materiales y políticos de Carlos Fuentealba.


• Fuera Yasky de Ctera.


• Salario igual a la canasta familiar.