Elecciones UTE 2011: Integración al Estado o independencia sindical

Cerró la presentación de listas para las elecciones de UTE, que se realizarán el 14 de julio. Se presentaron dos listas, la Celeste y la Rosa-Marrón.

La Lista Lila, que en las elecciones de Ctera de 2010 había sido la tercera fuerza con 200 votos, no se presentó. El ala de la CTA oficial (Micheli), que apoya a Solanas-Lozano, ha decidido dejar el campo a los K sin dar la menor explicación.

El cuadro de la elección

La Celeste adelantó las elecciones para que coincidan con las de la Ciudad. Busca convertir a las elecciones del sindicato en una colectora del candidato kirchnerista, también él a la cabeza de una colectora. Estamos ante la forma más cruda de la política de subordinación de los trabajadores a los candidatos y organizaciones capitalistas. Esto ocurre con una dirección que se la pasó reivindicando la independencia de los sindicatos -aunque se trataba de una independencia sin contenido de clase. La dirección de UTE ha firmado una paz social que entierra las reivindicaciones de los docentes, en coincidencia con el planteo de fondo de la Presidenta en el sentido de que la “conflictividad social no perturbe la marcha del modelo”. Inconsecuentemente, la burocracia de Yasky se ha negado a enfrentar al enemigo del ‘modelo’ en la Ciudad, o sea Macri, con un plan de lucha. Esta política de colaboración con la burguesía y el Estado apunta a recuperar la integración completa de UTE al Ministerio de Educación de la Ciudad, como ocurría bajo Ibarra. La burocracia de Yasky no se limita a colaborar con los destructores de la educación pública, también quiere cobrar la comisión por el servicio.

La Lista Rosa-Marrón se presenta como la expresión de la democracia sindical y la independencia de clase de los sindicatos, para que sirvan de un modo consecuente con los objetivos inmediatos de los trabajadores y para que actúe como un factor de unidad de los trabajadores frente al capital y al Estado.

La Lila nocaut

a Lila no presentó lista. Por un lado, el degennarismo continúa integrado a la Celeste de Yasky, o sea que pretende dirimir la disputa interna en el marco del aparato. Esto dejó en ‘offside’ a la izquierda que se ha acoplado a Pino -el MST y el PCR- para no quedarse en lo que ella llama “testimonialismo”. El resultado de este activismo teórico es la abstención, porque tampoco llaman a votar a la clasista Rosa-Marrón -no sea que Pino los califique de ‘ultras’. Otros sectores que se referencian en la Lila nacional sí han decidido apoyar a la oposición Rosa-Marrón. Este lineamiento de fuerzas salda un largo debate en el movimiento sindical docente acerca de los métodos apropiados para desarrollar una política que conquiste la democracia e independencia de los sindicatos.

Nuestro Frente

La Rosa lanzó un planteo público de unidad de fuerzas para dar la batalla electoral en nombre del clasismo. Desarrollamos una gran campaña en las escuelas para agrupar a los 300 candidatos necesarios para la presentación y convocamos a IS, el FOS y otros agrupamientos, especialmente los compañeros de la agrupación Che Maestro.

La lucha planteada

Las condiciones no están reunidas para que la lista clasista derrote a la Celeste, pero sí para avanzar fuerte en el sindicato, en zonas y distritos completos, y en la obtención de congresales de UTE. Antes, sin embargo, tenemos la pelea para que la burocracia oficialice la lista, porque la burocracia del ‘pluralismo’ rechaza una representación plural y quiere dominar el sindicato como se hace con un aparato. Después tenemos la lucha contra el fraude. La Celeste presenta padrones inflados y ha ampliado a 120 (eran 80) las mesas de votación.