Como corolario de un proceso de luchas y organización en torno al nuevo escalafón, la agrupación Naranja del Inti logró poner en pie una gran lista antiburocrática para las elecciones de Junta Interna de ATE-Inti.

Su constitución puso fin a más de seis años de lista única y expresa una fuerte corriente de lucha, que se ha ido forjando en los últimos años en la disputa con la burocracia de la Verde de ATE y su sostén ‘ideológico’: el MST.

Para oficializar la Lista Naranja e Independientes tuvimos que superar las grandes trabas burocráticas que la “democrática” ATE nos impuso: 25 candidatos sobre un padrón de 250 afiliados y una nómina de 2.000 trabajadores. Una maniobra plenamente proscriptiva, sobre todo si se tiene en cuenta que para ser candidato se requiere un año de antigüedad (lo que reduce los posibles candidatos a la mitad).

Una vez oficializada la lista, desplegamos con fuerza la campaña electoral. Exigimos a la Junta Electoral de ATE una prórroga en la fecha de la elección para permitir una extensión del plazo de campaña. La Junta Electoral en común acuerdo con la Lista Verde y su ladero, el MST, la rechazaron.

En sólo cuatro días de campaña señalamos las profundas diferencias políticas y sindicales que nos separan de la actual JI (Lista Verde y MST); denunciamos su carácter de camarilla que utiliza el sindicato para mantener sus negocios en contubernio con la dirección del Instituto.

Llevamos adelante una fuerte campaña para que todos los trabajadores del parque pudieran votar y en menos de 48 horas juntamos más de 500 firmas. Otra vez más la Junta Electoral y la Verde rechazaron nuestro pedido y el pedido del conjunto del Inti.

Vergonzosa fue la actitud del MST que sacó una declaración planteando que sólo debían votar los afiliados, proscribiendo una histórica conquista. Es la primera vez que en el parque sólo votan los afiliados.

Un elemento determinante a favor de la campaña de la Verde fue la “casual” coincidencia de la fecha de elecciones con el juicio oral que se le realizó a parte de la JI de ATE. Este juicio fue su única campaña electoral, que les sirvió para presentarse como luchadores consecuentes y para descargar una serie de improperios sobre nuestra lista.
Más del 90 por ciento del padrón concurrió a votar.

La Verde obtuvo 146 votos (70%); la Naranja e Independientes conquistó 63 votos (28%).

Estos resultados abren una prometedora perspectiva de trabajo, ya que consolidan en el activismo un programa antiburocrático y de lucha, y muestran que es enteramente viable la construcción de una alternativa sindical de estas características. Lejos de generar un “nuevo” sindicalismo, la unidad con una camarilla burocrática embarra a los jóvenes activistas.

La Agrupación Naranja sale de esta elección fortalecida.