Sindicales

27/7/2006|956

Jefes de Hogar en lucha

Movilizacion provincial el 2 de agosto

Organizados por la agrupación “Jefas y Jefes de Hogar en Lucha” y con el apoyo del Cuerpo de Delegados del Polo Obrero, numerosos trabajadores de los planes sociales que se desempeñan en escuelas, hospitales, centros de salud y municipios se movilizaron ayer (24/7) a la Casa de Gobierno en reclamo del inmediato pase a planta.


Allí se desarrolló un pequeño acto en el que los dirigentes se solidarizaron con el reclamo de las comunidades aborígenes y denunciaron “la contratación por el Estado provincial y los municipios de toda la provincia de centenares de ‘punteros’, mientras los compañeros que realmente trabajan desde hace más de cinco años son ‘ninguneados’ por las administraciones de distinto signo político”.


El acto contó con la adhesión de Aurelio Díaz (Partido Obrero) y Daniel García (Tribuna Docente).


Los reclamos


“Bocha” Florentín, delegado de los Jefes de Hogar de la ex ENS N° 56, se dirigió a sus compañeros exprensando —entre otros conceptos— lo siguiente:


“Compañeros Jefes y Jefas de Hogar, nuevamente venimos a reclamar al gobierno nuestro inmediato pase a planta, pero también estamos mostrando a toda la sociedad una cruda realidad oculta, la nuestra, la de miles de trabajadores que en las escuelas, en las salitas, en las dependencias provinciales o municipales, somos el sector más explotado de la Administración Pública, ya que realizamos iguales o peores trabajos que las labores de los trabajadores reconocidos por este Estado negrero.


Los Jefes y Jefas de Hogar somos los parias del sistema laboral; el Estado provincial nos hace trabajar como a cualquiera, pero para nombrar personal de planta o contratar, nombra a sus punteros políticos, familiares o amigos.


Por otro lado, el Estado nacional sigue pagándonos los 150 miserables pesos que acordó con el Banco Mundial y nos usa para que las estadísticas oficiales truchas sigan ‘bajando’ la desocupación, calificándonos como trabajadores ocupados.


Párrafo aparte merecen los dirigentes de la CGT y la CTA, que en vez de ponerse a la cabeza de las luchas de ocupados y desocupados, acordaron con Kirchner un techo del 19% para los aumentos salariales y el disciplinamiento de la clase trabajadora.


Jefas y Jefes de Hogar en Lucha es una organización que nació para terminar con el trabajo en negro en el Estado. Advertimos al gobierno, a los diputados del PJ y la UCR, a los intendentes de toda la provincia, que se terminó el tiempo de utilizar los puestos de trabajos del Estado como botín electoral. Reclamamos, en primer lugar, el nombramiento o contratación de todos los trabajadores de los planes que se encuentran trabajando efectivamente, y la liquidación del trabajo en negro para que toda la población desocupada acceda a los puestos de trabajo. Cualquier medida en contrario verá a esta organización movilizada y realizando las medidas que crea convenientes y necesarias para que se respete nuestro derecho de pasar a planta.


También venimos a decirle al gobierno que termine con el verso de que no hay presupuesto: cualquiera que lea los diarios o vea televisión sabe que superávit significa que sobra plata, que se recauda más en impuestos de lo que se gasta en salarios y obras públicas. Denunciamos que el gobierno provincial malgasta el dinero de todos los chaqueños en el TC 2000, en la ‘Cabalgata de la Fe’ rozista, mientras que a nuestros hermanos aborígenes movilizados por sus reclamos en toda la provincia les dicen que no hay presupuesto para solucionar sus problemas.


La coparticipación federal se triplicó en los últimos diez años, pero Nikisch sigue al pie de la letra sus acuerdos con Kirchner de ‘responsabilidad fiscal’, que garantizan que todo el superávit se destine al pago de la deuda pública y al subsidio de las privatizadas (12 mil y 20 mil millones de pesos este año, respectivamente), que según Clarín (2/7) hoy obtienen ganancias récord, superiores las de la época de Menem; que se triplicaron del año 2005 al 2006 pasando de 432 millones de dólares a 1.220 millones de dólares, dejando en claro que la gestión ‘nacional y popular’ del gobierno nacional no es para nada un proceso de independencia nacional o redistribución de los ingresos a favor de los trabajadores, sino que -por el contrario- estamos en presencia de un proceso de reorganización capitalista que centra sus ganancias en la depredación de los recursos naturales y en explotación de la clase trabajadora, de la que orgullosamente nos sentimos parte los Jefas y Jefes de Hogar en Lucha”.


Organizados por la agrupación “Jefas y Jefes de Hogar en Lucha” y con el apoyo del Cuerpo de Delegados del Polo Obrero, numerosos trabajadores de los planes sociales que se desempeñan en escuelas, hospitales, centros de salud y municipios se movilizaron ayer (24/7) a la Casa de Gobierno en reclamo del inmediato pase a planta.


Allí se desarrolló un pequeño acto en el que los dirigentes se solidarizaron con el reclamo de las comunidades aborígenes y denunciaron “la contratación por el Estado provincial y los municipios de toda la provincia de centenares de ‘punteros’, mientras los compañeros que realmente trabajan desde hace más de cinco años son ‘ninguneados’ por las administraciones de distinto signo político”.


El acto contó con la adhesión de Aurelio Díaz (Partido Obrero) y Daniel García (Tribuna Docente).


Los reclamos


“Bocha” Florentín, delegado de los Jefes de Hogar de la ex ENS N° 56, se dirigió a sus compañeros exprensando —entre otros conceptos— lo siguiente:


“Compañeros Jefes y Jefas de Hogar, nuevamente venimos a reclamar al gobierno nuestro inmediato pase a planta, pero también estamos mostrando a toda la sociedad una cruda realidad oculta, la nuestra, la de miles de trabajadores que en las escuelas, en las salitas, en las dependencias provinciales o municipales, somos el sector más explotado de la Administración Pública, ya que realizamos iguales o peores trabajos que las labores de los trabajadores reconocidos por este Estado negrero.


Los Jefes y Jefas de Hogar somos los parias del sistema laboral; el Estado provincial nos hace trabajar como a cualquiera, pero para nombrar personal de planta o contratar, nombra a sus punteros políticos, familiares o amigos.


Por otro lado, el Estado nacional sigue pagándonos los 150 miserables pesos que acordó con el Banco Mundial y nos usa para que las estadísticas oficiales truchas sigan ‘bajando’ la desocupación, calificándonos como trabajadores ocupados.


Párrafo aparte merecen los dirigentes de la CGT y la CTA, que en vez de ponerse a la cabeza de las luchas de ocupados y desocupados, acordaron con Kirchner un techo del 19% para los aumentos salariales y el disciplinamiento de la clase trabajadora.


Jefas y Jefes de Hogar en Lucha es una organización que nació para terminar con el trabajo en negro en el Estado. Advertimos al gobierno, a los diputados del PJ y la UCR, a los intendentes de toda la provincia, que se terminó el tiempo de utilizar los puestos de trabajos del Estado como botín electoral. Reclamamos, en primer lugar, el nombramiento o contratación de todos los trabajadores de los planes que se encuentran trabajando efectivamente, y la liquidación del trabajo en negro para que toda la población desocupada acceda a los puestos de trabajo. Cualquier medida en contrario verá a esta organización movilizada y realizando las medidas que crea convenientes y necesarias para que se respete nuestro derecho de pasar a planta.


También venimos a decirle al gobierno que termine con el verso de que no hay presupuesto: cualquiera que lea los diarios o vea televisión sabe que superávit significa que sobra plata, que se recauda más en impuestos de lo que se gasta en salarios y obras públicas. Denunciamos que el gobierno provincial malgasta el dinero de todos los chaqueños en el TC 2000, en la ‘Cabalgata de la Fe’ rozista, mientras que a nuestros hermanos aborígenes movilizados por sus reclamos en toda la provincia les dicen que no hay presupuesto para solucionar sus problemas.


La coparticipación federal se triplicó en los últimos diez años, pero Nikisch sigue al pie de la letra sus acuerdos con Kirchner de ‘responsabilidad fiscal’, que garantizan que todo el superávit se destine al pago de la deuda pública y al subsidio de las privatizadas (12 mil y 20 mil millones de pesos este año, respectivamente), que según Clarín (2/7) hoy obtienen ganancias récord, superiores las de la época de Menem; que se triplicaron del año 2005 al 2006 pasando de 432 millones de dólares a 1.220 millones de dólares, dejando en claro que la gestión ‘nacional y popular’ del gobierno nacional no es para nada un proceso de independencia nacional o redistribución de los ingresos a favor de los trabajadores, sino que -por el contrario- estamos en presencia de un proceso de reorganización capitalista que centra sus ganancias en la depredación de los recursos naturales y en explotación de la clase trabajadora, de la que orgullosamente nos sentimos parte los Jefas y Jefes de Hogar en Lucha”.