Luego del Santiagueñazo, la docencia en la provincia llegó a conquistar uno de los básicos más elevados del país. Hoy apenas supera los 600 pesos, uno de los más bajos.

Por eso la persistencia del plan de lucha de Cisadem, desde hace seis meses, sin que el gobierno haya dado alguna respuesta.

El 20 y 21 de noviembre continuó el plan de lucha, con paros y una importante movilización con participación de las seccionales del interior. Se colocó una carpa en la plaza central de la ciudad. Cuando la vigilia se realizaba con tranquilidad y se repartían volantes, el gobierno municipal del Frente Cívico -a través de la irónicamente denominada ‘Dirección de Calidad de Vida’- intimó a levantar inmediatamente la carpa.

Los que estaban defendiendo efectivamente la ‘calidad de vida’ y, también, la educación pública eran los docentes. Por eso se resistieron a la intimación municipal. Intervino la policía provincial para desalojar la carpa y confiscarla. Los docentes la tomaron en sus manos, la alzaron y caminaron por la plaza bajo custodia policial de la provincia y de funcionarios municipales.

La docencia y los trabajadores en su conjunto deben de dar la espalda al gobierno vaciador de la educación pública. En estas elecciones, los luchadores tenemos una alternativa obrera y socialista para desarrollar la lucha política de la clase obrera, votando al Partido Obrero.