Sindicales

12/12/1996|523

José Rodríguez no respeta el voto de los mecánicos

La Asamblea General de delegados congresales acaba de dar a conocer una resolución notable. Luego de enumerar minuciosamente todos los ataques del gobierno menemista al movimiento obrero, propone que los trabajadores resistan a través del voto en las elecciones parlamentarias de octubre del año que viene. “Podrán intentar despojar al trabajador de todas sus conquistas —dice la declaración— pero nada ni nadie podrá privarlo de su derecho fundamental en cuanto ciudadano argentino …  en la intimidad del cuarto oscuro” (solicitada, Clarín, 25/11).


Esta propuesta de ‘resistir’ a través del voto y dentro de nueve meses, revela que la política de capitulación de José Rodríguez ha perdido el sentido del ridículo. Pero José Rodríguez no aplica esta política en ‘casa’, haciendo votar su política Fiat-Smata en el gremio o respetando el plebiscito de Fiat-Cormec, que se pronunció por la formación de una seccional en la zona de Ferreyra, en Córdoba.


La firma de los ‘convenios’ de Fiat, Toyota, Chrysler y algunas autopartistas, con salarios de 2 pesos la hora, normas de superflexibilización y “paritarias” sin trabajadores, provocó un enorme descontento en las plantas. Esto explica que las listas opositoras que tomaron la denuncia del convenio Fiat, en los escasos lugares en que no fueron proscriptas, derrotaran a la burocracia. Un plebiscito contra la actual conducción fueron las ocupaciones de Cormec y Ciadea. En la primera, los trabajadores impusieron de hecho un nuevo convenio, enfrentado al que firmó la dirección del Smata en pleno. En Ciadea, la dirección del Smata reconoció que la política de dar vía libre a las ‘tercerizaciones’ había producido el vaciamiento de las plantas ‘tercerizadas’, la flexibilización y el despido de compañeros, lo que valdría por sí sólo para poner el mandato a disposición de los compañeros.


Que se respete el de los trabajadores de Fiat


Los trabajadores de Fiat Auto votaron en forma masiva ingresar al Smata como seccional Ferreyra y no a la organización dirigida por la burocracia de Córdoba. El argumento es muy simple: no quieren ser dirigidos por el que firmó el ‘pacto infame’ contra el cual salieron a luchar.


Pregunta: ¿si el voto vale, si es “el gran arma que tenemos los trabajadores”, etcétera, por qué no se respeta el voto de los propios compañeros mecánicos y el derecho a tener sus propias seccionales?


A José Campellone (Smata Córdoba) le caben, más que a ninguno, todas las razones expuestas. Que presente la renuncia junto al resto de la actual conducción  para que se realicen nuevas elecciones. El reclamo de la renuncia de la actual comisión directiva y la defensa del derecho a construir seccionales, debería dar lugar a una enérgica campaña por un plebiscito, en el que se exprese cada una de las plantas mecánicas.


En el caso de los mecánicos cordobeses, es la respuesta al ultimátum de José Rodríguez, que llamó a encuadrarse en el Smata respetando la ‘orgánica’.  Más ahora, que sabemos que ‘el voto es una herramienta fundamental de los trabajadores’.