Sindicales

17/12/1999|612

Judiciales en lucha

Los trabajadores de la justicia venimos realizando un plan de lucha desde hace varios meses con paros y movilizaciones tras el objetivo de alcanzar un aumento salarial de un 20%, la efectivización de los compañeros contratados y el pago de una vieja deuda salarial a 2.500 compañeros.


Esta lucha cobra notoriedad y posibilidades de triunfo a partir de noviembre, ya que anteriormente no tenía continuidad y se reducía a un paro o movilización de rutina una vez al mes. Es importante destacar que, desde que se intensificó la lucha los paros y movilizaciones cobraron más fuerza y masividad.


La Comisión Directiva del gremio reclama en cada oportunidad un mayor presupuesto para toda la justicia y deja aclarado que si el gobierno no accede, la justicia no podrá funcionar normalmente.


Sobre este punto es importantísimo aclarar que, además de un mayor presupuesto, se hace indispensable luchar en forma concreta por otro tipo de reparto del mismo.


Hace nueve años los judiciales sufrimos una durísima derrota gremial al perder la ley de porcentualidad (ley de enganche). La misma establecía que el salario de un empleado de la última categoría era el equivalente al 21% del salario de un ministro de la corte. Hoy el sueldo de un empleado recién ingresado no llega al 5% de los más de 12.000 pesos que percibe un ministro.


En el plano político, el mes pasado se realizó en Mar del Plata un congreso de judiciales de todo el país, con la participación de Recalde (abogado del MTA). En el mismo quedó determinado que el gremio no apoyará a ningún partido político en el ‘99. También que se abocará exclusivamente a la tarea gremial.


Esta posición ‘apolítica’ se contradice con los intereses de los trabajadores ya que, conociendo de sobra la política anti-obrera de la Alianza y del justicialismo en todas sus variantes, se hace necesario construir una salida política para la clase trabajadora.


Para ello será necesario cambiar la política derrotista del MTA y la CTA que quedó claramente al desnudo con la aprobación de la ley de Reforma Laboral y la pasividad impotente de dichas organizaciones.