Los judiciales entramos en una nueva etapa en la lucha por el convenio colectivo de trabajo. En más de 20 años al frente de la UEJN, Piumato nunca se acercó a conseguir esa reivindicación.

Ahora, en el ocaso del kirchnerismo y a instancias de Héctor Recalde (diputado K), se votó, tardíamente, una media sanción de ley marco de paritarias. Durante 6 años de gobierno con mayoría en ambas cámaras, Piumato no había logrado que sus aliados gubernamentales votasen nada.

La nueva composición del Congreso nos dejó en una situación contradictoria: al haberse convertido el Senado en un foco de conspiración política, no se ve que traten la ley para los judiciales.

Cuando decimos que el proyecto presentado por Recalde fue tardío, se plantea la siguiente pregunta: ¿por qué no lo hicieron cuando tenían mayoría en las dos cámaras del parlamento?
La presentación del proyecto de los K fue un intento de darles un golpe a los jueces montándose, a través de la burocracia, en una reivindicación de los trabajadores judiciales.

Una salida al empantanamiento de la UEJN

La media sanción no fue arrancada por la lucha, sino que obedece a una disputa de orden patronal.

En esta crisis política interpoderes, los jueces se abroquelaron y se fortalecieron contra los judiciales, lo cual plantea mayor explotación, flexibilidad laboral y la postergación indefinida de la paritaria. De hecho, en los recientes debates parlamentarios sobre la reforma del Consejo de la Magistratura, la Asociación de Magistrados propuso que lo presida un miembro de la Corte. La paritaria judicial no está en la agenda del nuevo Senado.

Hay que comenzar a discutir en los juzgados y dependencias la situación salarial frente a la inflación y el rechazo a la política que comparten el gobierno y la oposición de pagar la deuda externa, ya que significará el congelamiento salarial para los empleados del sector público.

Tenemos que exigirle a la UEJN que organice una movilización al Senado para reclamar la media sanción y el no pago de la deuda externa a todos bloques que conspiran contra los trabajadores. Hoy, Piumato está por el pago de la deuda y no moviliza.