El reportaje que la jujeña Milagro Sala otorgó a La Nación (22/8) no deja dudas. Se definió por el voto a Kirchner en 2011 y por “diez años más de kirchnerismo”, eso sí: “con autonomía, porque no van a durar toda la vida”, lo cual es biológicamente y políticamente incuestionable; cuando vengan otros habrá que negociar con ellos el apoyo de su agrupación. El kirchnerismo violó su propia disposición sobre las cooperativas de viviendas (al otorgar a la puntera el manejo de los fondos de 4.800 viviendas que deberían ser administrados directamente por cada grupo de 16 cooperativistas) y ella paga al contado. La confesión explica porqué nueve seccionales de la “Tupac” apoyan a Yasky, cinco se abstienen, una apoya a Micheli, aunque ella se declaró apoyando a la Lista 1 porque la integra su socio de ATE Jujuy Naldo Acosta, “a quien no puedo traicionar”.

A los piqueteros “los respetamos, pero nunca cortamos una ruta”, “en la década del 90 estuvimos tapándonos la cara. De nada sirve voltear gobernadores si no hay soluciones para los que menos tienen, por eso nos hacemos cargo del Estado…”. La Tupac Amaru es la organización antipiquetera por excelencia en Jujuy, la provincia del “Perro” Santillán, donde los desocupados llegaron a cortar 50 rutas con miles de personas al mismo tiempo y unidos a los trabajadores estatales y municipales protagonizaron asambleas populares que voltearon gobernadores. Ahora sigue la misma pobreza, pero no hay cortes de ruta. Aunque la Sala diga que “hace rato no salimos de garrote” y que los “amigos” a los que apodaron “la barra de la flaca” son la barra brava de Gimnasia de Jujuy, el patoterismo –amparado por la policía– de su organización es una violencia complementaria en la tarea de disciplinamiento de los explotados. Lo más notable, con todo, es la disputa por la “líder social” que hasta el día de hoy protagonizan Yasky y Micheli, lo cual pinta a toda la vieja dirección de la CTA.

Prohijaron a D’Elía, pero no aprendieron.

La Lista 3 de Jujuy, única oposición oficializada en la provincia, debió ser presentada en Buenos Aires porque los matones la frenaron en la puerta de la junta electoral local. ¡Arriba los luchadores docentes y estatales de la combativa provincia de Jujuy! A votar la Lista 3, a defender cada voto consciente y clasista en la provincia.