La inflación, superior ya al 40 por ciento, se comió los aumentos de las últimas paritarias.

 

Algunos sindicatos reclaman el pago de bonos extraordinarios, en especial los del transporte, y que las empresas absorban el impuesto al salario como ha ocurrido con los petroleros. A partir del 1º de enero, las empresas se harían cargo de los descuentos, con un tope de 8.000 pesos por mes, pero no hay nada firmado al respecto. Un reclamo similar plantean los metalúrgicos de Aluar, Luz y Fuerza, los pesqueros y los bancarios, quienes ya realizaron varios paros.

 

Por la presión de los estatales, siete provincias ya anunciaron bonos de entre 3.500 y 1.400 pesos. En Tucumán comenzó un plan de lucha de los estatales para rechazar el plus salarial de 1.200 pesos anunciado por Alperovich.

 

Los docentes bonaerenses han vuelto a la huelga por un plus, que los Suteba combativos han fijado en 2.000 pesos, y por la reapertura de la paritaria..

 

“Es una virtual reapertura de las paritarias”, se escandalizó La Nación. Capitanich rechazó cualquier suma extra y enfatizó que “no convalida la reapertura de paritarias”. Lo mismo hizo Macri.

 

Los patrones de la UIA, como el conjunto de la burocracia, se han pronunciado por alcanzar acuerdos “según las posibilidades de cada sector”.

 

No hay que confundirse: los pagos de bonos son para esquivar la reapertura de las paritarias. Los acuerdos sectoriales están en sintonía con la tregua que defiende toda la burocracia sindical. “El que venga después de Cristina tendrá que aplicar medidas muy duras y habrá que acompañarlo”. Estas palabras de Moyano revelan que la burocracia se ha pasado al ajuste.

 

El 20 de noviembre, la CTA-Micheli convocó a una huelga parcial y a movilizarse a Plaza de Mayo, aunque no impulsa ninguna campaña pública.

 

La cuestión principal es la reapertura de las paritarias para poder plantear en ellas los aumentos de salarios, el ajuste mensual por inflación y el cese de las suspensiones y despidos, y por el reparto de las horas de trabajo. Llamamos a las organizaciones sociales, a la izquierda y a las distintas coordinadoras sindicales a iniciar una campaña por la duplicación de la jubilación mínima y la convocatoria a elecciones en la Anses para que sea dirigida por trabajadores activos y pasivos.