Sindicales

24/6/2010|1134

La alianza de la izquierda sojera y un decano K

La composición de la lista opositora “Democracia y Protagonismo”, habla por sí sola: estuvieron los sojeros del PCR; en el segundo lugar, un ignoto docente de Izquierda Socialista, que en Sociales, su facultad, no llegó ni al 20% de los votos; el MST, que no existe, decidió de todos modos sumarse para no perder la costumbre. La gran novedad fue la integración a la lista de los “independientes” de la Violeta de Filosofía y Letras, agrupación otrora “autonomista” que evolucionó al punto de transformarse en el instrumento del decanato kirchnerista contra la lista clasista Unidad por la Gremial. Aunque en el pasado Hugo Trinchero –el decano de Filo– ya había votado por los “autonomistas”, ahora fue diferente: el decano de Carta Abierta mandó a votar en masa mediante el aparato de funcionarios y direcciones de departamentos a muchísimos docentes no-afiliados para asegurase que la Comisión Directiva de Filo sea “mao-moreno-autonomista”. Las evidencias fueron múltiples, quizás la más notoria la dio la docente que al salir de votar fue invitada a afiliarse a la AGD, ante lo cual preguntó “¿qué es la AGD?”

Toda la campaña de esta lista pasó por un descarado macartismo contra el PO, poniendo en evidencia, de paso, que la izquierda está en una etapa de descomposición aguda. Así, gente que carece de los mínimos acuerdos programáticos se juntó para “democratizar la AGD-UBA”, un sindicato a cuyas asambleas sistemáticas no concurren. Vinieron a “democratizar” y concluyeron como agentes de las camarillas antidemocráticas que docentes y estudiantes enfrentaron en las asambleas universitarias. ¡Qué papelón!

Carentes de otro eje que el macartismo (el cual rozó lo policial en Sociales), inventaron una acusación de fraude por una resolución impecable de la junta electoral que, ante la no entrega de padrones por parte de las autoridades universitarias, dispuso que puedan votar quienes acrediten su condición docente de todas las maneras posibles, como siempre se hizo en la AGD.

La acusación quedó levantada una hora después y no pudieron demostrar ni un caso irregular en la más masiva elección de este sindicato. Al contrario, ellos debieron levantar su impugnación al voto y a la urna de los “monotributistas” de laboratorio de idiomas en filo, cuya lucha fue apoyada sólo por Unidad por la Gremial.

Fueron varios los grupos que se pronunciaron dando su posición sobre este choque político. La Mella, en Filo, apoyó indisimuladamente a la Violeta, quizás allanando el camino para que en las elecciones estudiantiles el decano kirchnerista le brinde el apoyo contra la actual dirección del centro encabezada por la UJS-PO. El PTS sólo llamó a votar a favor de Unidad por la Gremial en Sociales, donde tenían candidatos; para la Junta Ejecutiva votaron en blanco.

Los grupos que integran el Cauce no se animaron a llamar a votar a Unidad por la Gremial, pero sacaron un buen texto de reivindicación de la AGD-UBA, que quien lo leyera no podía menos que votar por la actual conducción. Razón y Revolución llamó a votar por Unidad por la Gremial mediante un texto que daba en el clavo de las delimitaciones planteadas.

Como era de esperar, la lista opositora hizo una muy mala elección –salvo en Filo, donde el punto ya no eran ellos, sino el decano Trinchero. El triunfo de Unidad por la Gremial pone de manifiesto una alta conciencia de todo un sector de la docencia universitaria en torno al papel de la dirección de la AGD-UBA en la lucha por las reivindicaciones docentes. Lo que debe ser alimentado con un trabajo sistemático de politización que refuerce a fondo la construcción gremial.