Sindicales

27/11/2020

CABA

La apertura del subte no puede ser a costa de la salud de trabajadores y usuarios

La Naranja del Subte

Metrovías pretende cambiar las condiciones laborales actuales sin tener en cuenta las medidas de prevención regidas por el DISPO ni las condiciones de seguridad e higiene en el lugar de trabajo. Es el caso del aumento de frecuencias en los tráficos y la citación del 100% del personal de los talleres. Sin embargo este intento de “normalización” ya tuvo una primera respuesta por parte de los trabajadores.

Un rechazo categórico arrancó con la resistencia de los sectores de tráfico – particularmente de las líneas A, B y D– que se opusieron a romper el sistema de trabajo que venían teniendo, con turnos cortos e independientes entre sí, y el cierre de cuartos de descanso para respetar el distanciamiento social. A su vez, os talleres de Material Rodante, que también mantenían medidas de bioseguridad con rotación de dotaciones, se rebelaron cuando Metrovías convocó la asistencia de todo el personal, sin un correspondiente planteo de protocolos de salud laboral.

La resolución del plenario de delegados de talleres plasmada en un comunicado el pasado 23, fue contundente. Se realizaron reuniones con los talleres para discutir las condiciones de la apertura. Mientras tanto, la medida de paro de los talleres se postergó, y se mantendrán los diagramas y grupos de trabajo.

reuniones con los talleres para discutir las condiciones de la apertura. Mientras tanto, la medida se postergó y se mantendrán los diagramas y los grupos de trabajo

Esta posición luego fue ratificada por el plenario general de delegados, en donde quedó contrastada la desigualdad entre las condiciones logradas por los tráficos y el criterio de apertura que la patronal quería imponerle a los talleres. Esto se logró tras un debate de varias horas y pese a la oposición inicial de la conducción de AGTSyP, que sostenía que cada sector debía manejarse según su criterio. Contra esta postura fragmentadora, ante un ataque de orden general y que en los hechos facilita las maniobras patronales, quedó planteado Incluso, en caso de que Metrovías se mantenga en su intransigencia, el llamado a un nuevo el plenario de delegados para considerar una medida de fuerza de la totalidad del subte.

El nuevo cuadro de situación hizo retroceder a la patronal, que terminó cediendo en sus intenciones y aceptó establecer reuniones con los talleres para discutir las condiciones de la apertura. Mientras tanto se mantendrán los diagramas y los grupos de trabajo actuales.

Este arrebato no se explica sólo por la intención de Metrovías de abrir totalmente el servicio. Busca además quebrar todos los criterios sanitarios de resguardo de la salud que los trabajadores fueron imponiendo con su resistencia y organización. Esto va en línea con la apertura general que impulsan los gobiernos, tanto Larreta como Fernández, en sintonía con las presiones capitalistas y en contra de la salud de la población.

Frente a esto es fundamental que los trabajadores discutan las condiciones de sus lugares de trabajo, desde los materiales indispensables para la realización de las tareas hasta un protocolo propio adaptado a las especificidades de cada sector, como el que fue presentado junto a delegados y miembros del ejecutivo y de comisiones de seguridad e higiene a todo el subte y en la legislatura porteña como proyecto de ley.

Los logros obtenidos hasta ahora en materia de la seguridad de trabajadores y pasajeros, demuestran que con la organización es posible hacer valer las reivindicaciones. La medida de los talleres debe ser el puntapié inicial para una discusión general de todo el subterráneo para frenar el aperturismo indiscriminado de la patronal, que atenta contra nuestra salud, la de nuestras familias y la de los usuarios.