Sindicales

23/8/2007|1006

La Azul y Blanca al servicio de Baradel y de Solá

Durante el parazo de 48 horas del Suteba La Plata, Roberto Baradel, secretario general del Suteba provincial, declaró que el paro respondía a intereses electorales de grupitos que buscan fama, que son “funcionales a Solá”.


Las palabras lo delatan. A Baradel lo enfurece el ver que en el principal diario de la capital provincial y en los del interior de la provincia se informa sobre el paro de las seccionales opositoras y sobre declaraciones de la secretaria general de Suteba La Plata, colocándolas a la par de sus propias declaraciones o las de Petroccini. Baradel puede decirle esto a un periodista pero no podría repetirlo frente a las multitudinarias asambleas que repudian la conciliación con el gobierno en la paritaria trucha. Baradel ataca a los Sutebas opositores porque las medidas se extienden a otros distritos y la docencia responde a una conducción que se vislumbra claramente como de lucha.


¿Y Perillo?


Como buen socio de Baradel, Darío Perillo, secretario de Organización del Suteba y principal dirigente de la Azul y Blanca, no llamó a parar con las seccionales opositoras. Para disimular convocó a una asamblea en Berazategui en la que participaron “mas de 300 compañeros de 112 escuelas del distrito, 4 de Varela y 3 de Quilmes(!!!)” (¿Dónde está Lidia Braceras, secretaria general del Suteba Quilmes y candidata de la Lista Lila?)


El Consejo Seccional de Berazategui emitió un comunicado que lo retrata de cuerpo entero: atribuye a la movilización de las seccionales azules y blancas del 18 de julio y a la raquítica e intrascendente movilización del 10 de agosto “el gran logro” de que el gobierno haya solicitado un plazo para contestar si accede a incluir en la agenda paritaria el tema salarial. La Azul y Blanca es rastrera de la burocracia y del propio gobierno.


La única resolución de la asamblea fue ratificar el paro del 23 de agosto, cuyo carácter aislado refleja la intención de Baradel y Perillo de retomar las riendas del conflicto y encauzarlo al ámbito de las paritarias, que es lo que pretende el gobierno.


Los aliados de la Azul y Blanca en la Lista Lila tratan desesperadamente de encontrar algún gesto de “combatividad” en los seguidores de Perillo. Pero la crisis les va a llegar a ellos: la docencia ya está viendo en concreto que la “unidad” lila no suma seccionales al paro sino que es un ariete de la burocracia para intentar frenar nuestra lucha.