Los trabajadores del Subte recibirán en los meses de febrero y marzo un “paliativo” de 900 pesos, en dos cuotas, para los trabajadores de menos de cinco años de antigüedad; 1.000 pesos para los de menos de 10; 1.200 a los de entre 10 y 20 años, y 1.250 a los que tengan más de 20 años de servicio.

El acta, acordada entre la burocracia de la UTA y la patronal de Metrovías en el Ministerio de Trabajo establece que estas cuotas se pagarán bajo el concepto “Complemento SNR acta 3/9/09”, para dejar en claro que los salarios que se perciben en el Subte siguen siendo acordados integralmente por la UTA.

Como la UTA reclamaba un aumento escalonado por antigüedad y la patronal señalaba que no estaba de acuerdo en darlo de esa manera, se llegó a un acuerdo de una “masa salarial” que dejó establecido este escalonamiento de 350 entre los nuevos y el sector de más de 20 años de antigüedad.

Los estudios que han desarrollado los compañeros del nuevo sindicato del Subte (los han publicitado en volantes y boletines) advierten de un importante retraso salarial. De allí los rumores de un reclamo de 2.000 mil pesos de “paliativo” para fin de año. Lo que tenemos ahora, acordado con la UTA, es la mitad de ese reclamo, que se terminará de pagar recién en marzo.
Una vez que las patronales y el Ministerio acordaron estas cuotas con la burocracia, el Ministerio de Trabajo, en su rol de “tutelaje” al nuevo sindicato, lo llamó a que pase a “firmar” sin la presencia de la empresa. Se labró un acta en la que consta lo siguiente: “Abierto el acto el funcionario actuante hace saber que la empresa ha manifestado la voluntad de concretar  un pago adicional reclamado en las actas del 1º de abril y 3 de setiembre de 2009 en audiencias celebradas en el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social que se efectivizaran con carácter no remunerativo del siguiente modo…” (y sigue el acuerdo textual con la burocracia de la UTA). En resumen, la empresa no reconoce reclamo salarial alguno del nuevo sindicato.

La delegación que concurrió al Ministerio dejó establecido, ante el hecho consumado, que era “ad referéndum de sus representados”.

La inmensa mayoría de los trabajadores del Subte no quiere que sus salarios los discuta la burocracia odiada de Fernández. Quiere una recomposición que llegue a los 2.000 pesos y la reapertura de las paritarias, y que los salarios, las categorías y las condiciones de trabajo sean discutidos por la dirección del nuevo sindicato.

Estamos a tiempo: hay que impulsar una asamblea general y que las condiciones de trabajo y los salarios los discutan los trabajadores del Subte y no una burocracia entongada con las patronales.