Sindicales

15/12/2016|1441

La burocracia: “dura” con los que reclaman, “blanda” con los que despiden

Agrupación Obreros del Petróleo


El lunes 12, un grupo de veinte patoteros armados, ninguno de ellos trabajador petrolero, atacaron cobardemente a compañeros de la Agrupación Obreros del Petróleo y del Partido Obrero que nos encontrábamos apoyando la autoconvocatoria de los despedidos. Tres compañeros debieron ser hospitalizados. Por suerte, se encuentran fuera de peligro y sin lesiones mayores.


 


Cuando unos cien compañeros de diversas empresas nos encontrábamos en las puertas del sindicato para reclamar en defensa de los puestos de trabajo, el secretario general, Guillermo Pereyra, y sus secuaces quedaron al descubierto como una burocracia patotera, antiobrera y pro-empresarial. 


 


No queda la menor duda que la acción fue orquestada y premeditada por la dirección del gremio. El dirigente Barros, de San Antonio Internacional (SAI), 40 minutos antes del ataque de la patota, gritó a viva voz en las puertas del sindicato: “¡A ustedes, zurdos, los tenemos filmados!”. En las declaraciones que figuran en el diario Río Negro, Pereyra admite la agresión y la justifica por una supuesta rotura de un vidrio. Durante la mañana se vio a representantes del gremio hablando con la policía, la que luego dejó la zona liberada para que la patota actúe. 


 


¿Por qué Pereyra y sus secuaces atacan a los compañeros de la Agrupación Obreros del Petróleo y del Partido Obrero? Muy sencillo, pretende intimidar a los trabajadores que, ante la parálisis de la dirección sindical, empiezan a organizarse y a reclamar por sus puestos de trabajo. No lo van a lograr. 


 


Obviamente, la burocracia de Pereyra no tiene la misma actitud con las empresas que se encuentran violando la conciliación obligatoria, que no han reincorporado a los despedidos y que siguen emitiendo telegramas. A los obreros que pelean por sus derechos, los aprietan, los amedrentan y les dicen que “hay que esperar”. A las empresas que despiden trabajadores y violan la conciliación obligatoria, le sostienen la vela.


 


Es necesario poner en pie una mesa de coordinación de representantes genuinos de los obreros despedidos de las distintas empresas, que impulse un plan de lucha para que los despidos y la agenda flexibilizadora del Convenio Colectivo de Trabajo no pasen. Seguir los “consejos” del sindicato es el camino de la derrota. 


 


Basta de patotas sindicales, castigo a todos los responsables.