Sindicales

21/6/2012|1227

La burocracia está desquiciando las paritarias

Hemos ingresado en la tercera etapa de las paritarias.


En la primera, Yasky y Andrés Rodríguez entregaron a más de un millón de compañeros a dos cuotas de 10 por ciento cada una, como fuera pactado por CFK con la UIA durante la campaña electoral de octubre.


Luego, la UOM de Caló se anotó con la pauta del 23 por ciento anual, un estironcito que marcó todas las paritarias privadas: comercio, bancarios, etcétera. Algunas, como gráficos o gastronómicos -que suman, punta a punta, 26 ó 27 por ciento al promediar las cuotas-, arrojan porcentajes parecidos. Todos muy por debajo de una inflación que tiende al 28/30 por ciento, antes de los tarifazos.


Ahora están siendo destruidas las paritarias de los gremios de la "patria privatizada subsidiada". En la línea de UTA (18%), pero incluso peor: el subte y los ferrocarriles sufrieron la postergación de su paritaria hasta agosto, mediante sumas fijas del 15 por ciento. Aproximadamente lo mismo le tocó a los trabajadores del gas, donde se ha desatado una huelga de jerárquicos carnereada por el sindicato oficial, dirigido por el hermano de Yasky. El caso de Luz y Fuerza resulta peor, porque han perdido adicionales.


A medida que pasan los meses las cosas se agravan. El plácido acuerdo de 6 por ciento por trimestre, firmado por otro cristinista de última hora, Pignanelli (Smata), se encuentra totalmente cuestionado.


En este tobogán se inscribe la grave situación de la Uocra. Los compañeros han cobrado en mayo 500 pesos menos que en abril, debido al fin de unos suplementos. La industria se encuentra infartada y las bandas armadas del más cristinista de todos los burócratas, Gerardo Martínez, no cuentan con una política, ni para defender los puestos de trabajo ni para defender un salario, que equivale al Argentina Trabaja, que ofrece hasta 1.750 pesos por cuatro horas.


Los salarios a la baja son el arma de "estabilización".


Moyano ha sido responsable, junto a toda la burocracia, de esta política de ir cortando en fetas al movimiento obrero, hasta el desquicio de las paritarias. No tomó nota cuando Tomada le rebajó once puntos a Uatre, que hoy es su aliado. Tampoco hizo nada por Ganancias y por Salario Familiar, más allá de hablar.


Así las cosas, Alimentación y Camioneros entran en paros a partir de esta semana; se viene la hora de la verdad en telefónicos. Desde luego, cada uno de estos gremios cuenta con un gran poder si se plantan en paros progresivos, hasta la huelga general.


El triunfo en estos sindicatos abriría una enorme deliberación por abajo, significaría un refuerzo en los conflictos fabriles en curso (La Nación, Interpack, Clarín, etcétera) y animaría a estatales y a docentes a la cuestión de la reapertura de las paritarias en los próximos meses. Salario igual a la canasta, anulación del impuesto al salario y salario familiar de 700 pesos por hijo para todos.