Sindicales

25/3/2010|1121

La burocracia firma convenios a la baja

35% de una sola vez y actualización por inflación


El ministro Boudou dijo “no congelaremos salarios”; tanto la UIA como el gobierno pretenden otorgar aumentos 10 o 15 puntos debajo de la inflación real. Lo que no dijo es que, debido a esta política anti-salarial, hay grandes paros y movilizaciones salariales contra el Estado: 8 mil personas en la calle en Neuquén, piquetes reprimidos de maestros jujeños, huelgas docentes en Santa Fe, San Luis y Tierra del Fuego, paro nacional de todas las universidades del país.


La meneada “expansión del gasto”, que insisten en levantar como bandera los K, va para otro lado: deuda pública, subsidios, patria contratista, rebajas impositivas. Hay una penalización impositiva de los salarios que alcanzan la canasta familiar por el congelamiento del mínimo no imponible de ganancias (abarca a un millón de trabajadores). El subte, Conadu H, petroleros y otros gremios están planteando subir el mínimo no imponible. En la calle no se habla de otra cosa que de la inflación, pero el movimiento obrero como tal está siendo brutalmente confundido por la burocracia sindical.


En el Astillero Río Santiago, después de una negociación secreta, la dirección duhaldo-izquierdista, en una asamblea sorpresa, hizo pasar un aumento en cuotas que, promediadas, no llegan al 15%. Allí siguen los negros y el salario real se va a pique. Upcn ya entregó a los estatales de provincia por sumas como las de Baradel con los docentes, menos de un 17% anualizado. ATE enfrenta el desafío de contrarrestar estos convenios antiobreros.Un planteo huelguístico real de ATE puede transformarse en el canal de todos los estatales; son necesarias asambleas conjuntas, sin distinción de gremios y un congreso de bases.


La patronal ofreció a la UOM tres cuotas: 8% en abril, 4% en agosto y 3% en diciembre, lo cual promedia un 11% anual; Caló pide 25%. Sin embargo, el oficialismo en la seccional Morón no pudo hacer aprobar siquiera el 25%, el plenario de la oficialista agrupación Azul-Naranja se levantó en medio de un griterío a partir de la posición opositora de un delegado de Siderar.


Por otro lado, delegados opositores de tres fábricas: Imsa, Envases y Siderar sacaron un reclamo público del 30% de una sola vez. En Quilmes, por abajo, una fracción de delegados corre la bola de pedir 2.000 pesos de bolsillo para el operario general, lo que resulta un 40% anual. La paritaria de la UOM recién empieza. El volante del PO en la UOM, planteando el 30/35%, fue pegado por diversas secciones de Siderca e incentivó el debate en un número muy importante de fábricas de Quilmes y del Oeste.


En la UTA se habla de que vendría un 19%. El planteo del 35% levantado como bandera en la movilización del subte por el taller San José generó la simpatía general entre la gran base del nuevo sindicato; el debate se abre paso ahora a las asambleas de línea. Es el reclamo del gran movimiento antiburocrático de los choferes cordobeses, de la línea 60 y de Ecotrans, dentro de la propia UTA, donde la simpatía con el Subte es enorme.


La fábrica fideera Luchetti, de zona norte, ha salido al paro por aumento; lo mismo los trabajadores del juego de cuatro bingos del Gran Buenos Aires, dos terminales del puerto San Martín en Santa Fe están de huelga. La Conadu Histórica se apresta a rechazar la oferta oficial de un 15,75% promedio anual en cuotas (pide el 30 ya).


Estamos en una etapa de disputar el monto del reclamo mediante asambleas fabriles, plenarios de delegados y activistas, autoconvocatorias, mandatos a los plenarios de seccional; reclamemos que la burocracia baje a fábrica a decir cuánto está pidiendo.


35% sin cuotas y al básico. Actualización trimestral por inflación. Paritarios electos con pliego votado por los trabajadores. Anulación del impuesto al salario por ganancias. No a las cláusulas de flexibilidad laboral.