Sindicales

25/8/1994|426

La burocracia frenó la lucha

El pasado jueves 4 los trabajadores de Cormec se sublevaron contra la patronal y la burocracia, fruto de las miserables quincenas que cobraron como resultado del descuento por los días de paro en el traicionado plan de lucha de la UOM.  Fruto de ello, la burocracia de la UOM Córdoba se vio obligada a abrirse de las negociacions que, a nivel nacional, se llevan con Sevel y bajó a planta a intentar poner freno a la rebelión que se extendió hasta el martes 9, en que se dictó la conciliación obligatoria como respuesta a la decisión de los trabajadores de hacer un paro por tiempo indefinido, hasta que se diera satisfacción aa la exigencia de un aumento del 15%, 150 de bonificación por única vez, no descuento del adelanto de  150 pesos y ninguna cláusula de productividad.  Los reclamos obreros y la lucha golpearon  en el centro del acuerdo automotriz firmado por las patronales automotrices, las burocracias de la UOM y SMATA y Menem en la Casa de Gobierno el mismo día que millones de trabajadores paraban el país (2-8).


Por ello la burocracia se jugó a llevar la rebelión a un callejón sin salida.  Después de proponer un quite de colaboración que fue ampliamente rechazado se “jugó” con el paro por tiempo indeterminado con el objetivo de bloquear los planteos de tomar la fábrica.  La burocracia (en una acción combinada) agitó los despidos y la “imposibilidad de hacerles frente”, y ante los reclamos de protección por parte de los trabajadores, Salusso (secretario adjunto) respondió que ellos no eran niñera de nadie.  La burocracia dejó a los trabajadores ante la evidencia de que no tenían dirección para ir a una lucha a fondo, y es por eso que muchos trabajadores reclamaron que se realicen elecciones de delegados por línea de producción y no por lista, para permitir la renovación del cuerpo de delegados.  Las denuncias de complicidad de la burocracia con la patronal abundaron en la asamblea.   Es esta situación que llevó a la mayoría a apoyar el acatamiento de la conciliación obligatoria.  Ante los reclamos de que, mientras duraba la conciliación, no se hicieran horas extras la burocracia lo dejó a “conciencia de cada uno”. Provocando una división dentro de fábrica que es aprovechada por la patronal para aumentar los ritmos de alguna líneas (montaje), donde no se hacen horas extras, y armarse de un stock que le permita soportar un remezón de la lucha.


Para los trabajadoress de Cormec el tema de la dirección se ha convertido en una cuestión de vida o muerte.  Es necesario organizar al activismo de fábrica, que dio muestras de una gran vitalidad y claridad en este conflicto, para exigir que la UOM convoque a asamblea general del gremio para el momento del levantamiento de la conciliación.