Sindicales

3/8/2000|675

La burocracia se juega a fondo para levantar la lucha

Bajo la acción dispersiva y desgastante de los aparatos sindicales, la lucha contra la rebaja salarial y el ajuste en el Estado está declinando. En los últimos plenarios de delegados de ATE, se rechazó violentamente cualquier iniciativa de profundización de medidas de acción, incluso medidas parciales planteadas por algunos organismos, como una marcha sobre la Corte Suprema de Justicia, para que no avale los descuentos, o un corte de calles que alguien sugirió. La acción de ATE del jueves 13 tomó la forma de una marcha de antorchas de la CTA en memoria de Germán Abdala en el aniversario de su muerte.


Upcn, por su lado, convocó un ‘paro’ el viernes 14… de 4 horas (!), en los lugares de trabajo. El plenario de delegados del gremio que trató el tema se convirtió en una filípica de Andrés Rodríguez, contra la comisión interna del Inti, que planteó que había que resolver cómo seguía la lucha por la derogación del decreto de rebaja salarial.


¿Qué existe por delante? ATE coloca la Marcha del Trabajo para fines de julio y principios de agosto, que es por un subsidio a la desocupación y no contra las medidas ya impuestas por el gobierno. Upcn y el Frente estatal, nada. Significa que no hay plan de lucha de ninguna especie y que las direcciones gremiales aceptaron el ajuste y entraron con todo en la concertación con el gobierno y el ‘polo productivo’ patronal. Incluso el reclamo de 380 pesos para el jefe de familia, de la CTA, y la recolección de firmas para dirigirse al Parlamento, están enteramente en el terreno del diálogo con el gobierno y la UIA, que adelantaron posturas similares.


Obviamente, todo esto no pasa sin costo para el gobierno y las burocracias, que se han ganado un ‘mal humor’ enorme por parte de los trabajadores. De hecho, en una serie de sectores se echó lastre respecto de la barbaridad de la rebaja de sueldos, mediante ciertos reintegros o reparto de horas extras.


No sólo la herida queda abierta, sino que están planteados nuevos golpes. El ajuste sigue. Los ceses de contratos y los ‘retiros voluntarios’ están en plena marcha (DGI, Télam, Congreso); y luego vendrán los pases a disponibilidad. Ante esto, la línea de la burocracia, de expectativa ante la Justicia, el Parlamento y el ‘diálogo’, va al fracaso.


Los estatales volverán a salir a la calle. En esta fase no se logró estructurar un centro político alternativo. Hay que afianzar y organizar al activismo y todas las tendencias combativas que se vienen esbozando. Y refutar en todos los planos a la burocracia. Ante la Marcha del Trabajo de la CTA, hay que plantear que las asambleas y los plenarios de delegados deben debatir el contenido de la movilización: organizar la huelga general hasta derogar el ajuste y convocar un Congreso de bases del movimiento obrero que plantee una salida propia de la clase trabajadora.