Sindicales

1/11/2018|1526

La CGT arruga con el paro activo

Más que nunca, vamos por él

La CGT y el sindicalismo opositor jugaron un papel decisivo en dejar pasar el Presupuesto del FMI en Diputados

Más que nunca vamos por el paro activo porque nos enfrentamos a la mayor ofensiva contra los trabajadores en décadas. El Presupuesto con media sanción es un grito de guerra contra la clase obrera; el triunfo de Bolsonaro a escala continental tiene el mismo significado y la realidad del derrumbe industrial y la desvalorización salarial y jubilatoria, como consecuencia de la devaluación y el pacto con el FMI, completan el escenario.


La CGT y el sindicalismo opositor jugaron un papel decisivo en dejar pasar el Presupuesto del FMI en Diputados. Una batalla política que tuvo un significado totalmente superior al que tiene todos los años. El FMI y el capital financiero internacional estaban pendientes de su aprobación, porque se trata de un ajuste recesivo formidable que acompaña el rodrigazo cambiario y la licuación de costos laborales y previsionales.


Por lo tanto, la lucha por la reapertura de paritarias, contra los despidos y cierres, tenía en la batalla política del 24 de octubre un punto clave. La CGT le sacó directamente el cuerpo y el moyano-kirchnerismo sindical se fue a Luján cuatro días antes a ofrendarse al clero reaccionario y frenador, vaciando las calles alrededor del Congreso el 24. Sólo menguadas columnas de las organizaciones sociales -que también fueron a Luján- compartieron con la izquierda y el sindicalismo combativo la movilización. Por ello la represión resultó más fácil. Por ello, no hubo -como el 18 de diciembre- un cacerolazo de masas que siguió a los sucesos de la tarde.


Tan es así, que a miles de kilómetros del Congreso, en provincias como Tucumán, hubo un paro general con una movilización de miles de trabajadores en la plaza Independencia. También fueron importantes las movilizaciones obreras en Córdoba y en Neuquén. Sirven para mostrar el contraste entre una voluntad obrera y la actitud de las cúpulas sindicales articuladas con las distintas alas del peronismo, que le votaron o se abstuvieron para que triunfe el FMI. Lo de los diputados kirchneristas fue un show para encubrir esta conducta de sus direcciones, si miramos que los bancarios levantaron el paro y la CTA no movilizó ni a sus cuerpos orgánicos.


Camioneros ni figuró, concentrados los Moyano en lograr el apoyo del obispo Radrizzani, cuando los acorralan con causas judiciales varias.


A diferencia de las jornadas de diciembre, donde hubo una comprensión aguda en las bases obreras y otros sectores populares sobre el robo a los jubilados, no  hubo esa tendencia al desborde de los mecanismos de contención, como consecuencia de diez meses de entregas de luchas por parte de toda la burocracia sindical. En la previa, Pereyra, de Petroleros, firmó un acta antihuelga sin precedentes: que los estratégicos pozos petroleros no cumplirán los paros nacionales, ni siquiera manteniendo el sector productivo como hasta ahora. Recordemos también que la AGTSyP del subte suscribió un acta limitando el derecho de huelga de los compañeros, que la Conadu levantó la huelga universitaria en su mejor momento y el Suteba dosificó los paros para evitar una huelga general en regla contra Vidal.

Han preparado el camino electoral del peronismo 2019, entregando al movimiento obrero. Lo cual es un camino de derrota de los trabajadores y,  a su turno, hasta de derrota electoral de los candidatos al recambio.


El reclamo de reapertura de paritarias al 40% por parte de la UOM o Camioneros no tiene destino sino mediante una acción de conjunto del movimiento obrero. Si el conjunto de las paritarias fueron licuadas mediante un golpe gigantesco y general, como la devaluación del 110% de la moneda, la lucha por la reapertura para compensar la inflación requiere una acción de conjunto. Lo mismo vale para enfrentar los despidos, cuando fábricas enteras, como Fiat, han resuelto interrumpir la producción hasta fin de año y se suceden las suspensiones en toda la industria automotriz. Pignanelli maniobra de opositor, pero se adapta a un cuadro que puede ser devastador en el sector.


El triunfo de Bolsonaro agita también las aguas patronales. La Nación (del domingo 28 de octubre) se ocupó de recordar todos los proyectos de reforma laboral pendientes,  con el argumento de que Bolsonaro viene a profundizar la reforma laboral de Temer, al punto de cuestionar directamente la existencia de todo convenio colectivo. Con el sistema previsional ocurre otro tanto. Está en la mira del FMI en su acuerdo, Bolsonaro va por él en Brasil, y Macri y los gobernadores han reafirmado la rebaja de aportes que llevará a reventar de inmediato el Fondo de Garantía y Sustentabilidad.


La atomización del movimiento obrero y la posible convocatoria al quinto paro dominguero son una vía muerta para el movimiento obrero en un momento decisivo. En el Plenario Sindical Combativo -que se realizará en el Sutna de Pilar el sábado 3-, la campaña por el paro activo nacional de 36 horas, con abandono de tareas, reclamando un congreso de delegados mandatados de todo el movimiento obrero, será el punto central de la intervención de la Coordinadora Sindical Clasista. Las listas clasistas del subte, de ferroviarios, de Aten Neuquén, que luchan por una nueva dirección en sus sindicatos, apuntarán en el mismo sentido. Vamos por él para derrotar a Macri, al FMI y a todo el régimen político que lo acompaña.