Sindicales

16/1/1997|526

La CGT y el MTA con Menem

Cuando se debatía entre una completa capitulación ante el gobierno y la declaración de un nuevo paro general, dos fallos judiciales le dieron un breve respiro a la política sin destino de la burocracia de la CGT.


Es cierto que el fallo que declara inconstitucional los decretos anti-laborales y el que establece no innovar en su aplicación, muestran la fisura creciente del aparato del Estado desde el derrumbe del ‘plan Cavallo’. Pero esos decretos no cambian nada los fundamentos de la situación, que es la decisión del gobierno de imponer la liquidación de las indemnizaciones y los convenios de trabajo, además de la ‘desregulación’ y privatización de las obras sociales y el Pami. Esta decisión no puede ser revertida por vía judicial, toda vez que el conjunto de las patronales y del Estado respaldan a fondo la ‘flexibilización’. El gobierno finge una negociación con la CGT mientras apela los fallos, con la clara intención de ‘tener agarrada’ a la burocracia para cuando las apelaciones reviertan lo decidido en primera instancia.


Lo que está ocurriendo es nada más que un ‘blanqueo’ de los conciliábulos que la burocracia mantenía con el gobierno en secreto, pero a los gritos. El temario no ha cambiado; las reivindicaciones las presenta el gobierno, la burocracia no reclama nada. Pero alcanzó este ‘blanqueo’ para que el MTA no solamente regresara al Consejo Directivo de la CGT, sino que además se anotara en la negociación.


No hace falta tener el oráculo para predecir que esta negociación habrá de fracasar como las anteriores y que producirá una crisis en la CGT mayor a las de antes. El gobierno no renuncia al fondo de la cuestión, que es la ‘flexibilidad’ a rajatablas. Las patronales prosiguen sin pausa la ‘reconversión’ de trabajadores estables a precarios. Los contratos ‘flexibles’ significan además un espectacular ‘ahorro’ impositivo que ahonda el déficit fiscal y aumenta la deuda pública. Las patronales están interesadas, por sobre todo, en terminar con la indemnización por despido; aceptan que las otras ‘reformas’ laborales entren en vigencia en un plazo más largo.


La tendencia a la capitulación completa es común al conjunto de la burocracia, como lo demuestra la aceptación, por parte de la CTA, de los despidos en masa en Fabricaciones Militares de Córdoba, y a la ausencia de un plan de lucha conjunto de los institutos de salud y técnicos afectados por despidos y no pago de los salarios. En varias regionales, los burócratas se encuentran negociando su inclusión en las listas para las elecciones parlamentarias de fin de año; es lo que ocurre en Córdoba con la burocracia de empleados públicos y de docentes.


Pero la crisis de este esquema es inevitable, en primer lugar como consecuencia de la agitación y de las luchas que provocará el creciente derrumbe económico de las masas. Desocupados, estudiantes, trabajadores provinciales, trabajadores usuarios de la salud, los trabajadores y la pequeña burguesía afectados por la presión impositiva. El otro aspecto de la próxima crisis tiene que ver con la crisis de conjunto del gobierno y del peronismo, que impide anudar un acuerdo político del PJ con la burocracia sindical en relación a las elecciones. Para la burocracia sindical, la pérdida aún mayor de posiciones parlamentarias sería una señal de que va a ser barrida de otras posiciones de privilegio, como su monopolio de las obras sociales.


Quienes siguen con la costumbre de estimar las perspectivas del movimiento obrero de acuerdo a la línea política de la burocracia, se van a equivocar, porque va a ser al revés; la burocracia va a remolque de los acontecimientos, como lo demostró el último paro general.


Las consignas siguen siendo: retiro de los proyectos anti-obreros del Congreso; fuera el gobierno del Pami; seguro de 500 pesos a los desocupados; aumento de salarios y jubilaciones, pago inmediato y en efectivo de los montos establecidos en los fallos judiciales, extensivo a todos los jubilados; derogación de las leyes que encarecen las obras sociales; fuera el imperialismo anglo-yanqui de Malvinas; no pago de la deuda externa; que la crisis la paguen los capitalistas.


Preparemos la huelga general indefinida, por medio de la agitación, la organización y las luchas.