Sindicales

29/6/2000|670

“La concertación es algo que ya vivimos y no sirve para nada”

Esta fue una de las definiciones de Hugo Barcus, dirigente de la CGT Morón por la Justicia Social, en el corte de vías realizado en Castelar como parte de las actividades del paro nacional del 9 de junio. Fue el virtual cierre de una jornada de movilización en la que esta CGT regional, junto a delegados y activistas de Tribuna Docente y del PO, impulsó asambleas en plantas (donde no las hubo por más de una década), organizó piquetes y garantizó una agitación que logró arrancar un paro prácticamente masivo desde Morón a Moreno.


El otro orador del corte en Castelar, Sergio Sosto, de la directiva de Foetra Buenos Aires, planteó la necesidad de lanzar una campaña por un mínimo vital y móvil y un seguro al parado de 600 pesos, el reparto de las horas de trabajo y la reestatización de las empresas privatizadas bajo control obrero. Propuso, para debatir esta campaña y un programa de salida a la crisis, la convocatoria a un Congreso de delegados mandatados por la base de toda la regional. En el final de la actividad hubo un acuerdo entre los activistas presentes para garantizar ese Congreso.


Luego del paro y a contramano del paro, la CGT disidente y la CTA se han pronunciado por una “concertación”. En función de esta política han dictado una nueva tregua no declarada. La concertación sirve a la política de los capitanes de la industria y de la burguesía terrateniente, que apunta a obtener subsidios de todo orden.


El PO ha lanzado una campaña contra la tregua, que denuncia los límites insuperables de la concertación. El programa de esta campaña es el reclamo de 600 pesos de salario mínimo por ocho horas de trabajo y que se convoque el congreso de delegados de la CGT regional.