Sindicales

6/8/2021

La construcción se “reactiva” con trabajo en negro y salarios de hambre

Pongamos en pie una agrupación clasista de trabajadores de la construcción para enfrentar la creciente precarización laboral.

El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) publicó este jueves 5 el Indicador Sintético de la Actividad de la Construcción (Isac), donde muestra que la actividad de la construcción creció, en junio, un 6,8% respecto de mayo. Este “reactivación” se da, sin embargo, gracias al trabajo en negro y los salarios de hambre.

Dando un vistazo al gráfico 1, en el que venimos realizando un seguimiento del trabajo registrado que publica el Instituto de Estadística y Registro de la Industria de la Construcción (Ieric), si se lo compara con el consumo de insumos para la construcción (en este caso se tomaron los datos del consumo de cemento publicados mensualmente por la Asociación de Fabricantes de Cemento Portland), sumado al de hierro, de ladrillos cerámicos y superficie autorizada publicado por el Indec, se puede ver cómo a partir de abril de 2020, cuando fue el mínimo en el empleo registrado y de todos los insumos, el consumo de materiales comenzó su repunte muy por encima de lo que creció el trabajo registrado.

Esto indica que gran parte del trabajo se está realizando con mano de obra en negro. Desde marzo del 2019 el empleo y los insumos empezaron a caer hasta su mínimo en abril del 2020. Después de este puesto se da un crecimiento de los insumos muy pronunciado, no así con el empleo. Comparando marzo del 2019, con 419.539 empleos registrados, y marzo del 2021, con 322.214, el consumo de insumos fue mayos a pesar de tener menos empleados registrados. Las patronales aprovechan la crisis económica y social que estamos atravesando para precarizar a los trabajadores. De esta manera, según datos que brindan los compañeros del sector, las mismas los contratan temporalmente de manera informal, pagando cuándo y lo que quieren. Se paga menos aún del miserable salario del gremio, sumado a que no se respetan las condiciones de higiene y seguridad mínimas.

Para dar cuenta del salario de hambre que acordaron el 3 de agosto la Uocra, las cámaras patronales de la construcción y el gobierno mostramos, en la siguiente tabla salarial, lo que ganaría cada trabajador en agosto y en los siguientes meses con la actualización por la reapertura de paritarias. Esto trabajando 8 horas de lunes a viernes y 4 los sábados, como rige según convenio. Pese a la actualización de agosto, el salario sigue estando por debajo de la canasta básica, que en julio fue de $66.488. Mucho peor para las categorías más bajas, por ejemplo el ayudante, que gana 32% menos que la canasta básica. A esto se debe agregar que la misma no contempla el alquiler. Realmente hablamos de salarios de hambre.

Tabla salarial para la zona A

Otra cuestión que no podemos dejar pasar es que, aunque estaba vigente el decreto de suspensión de despidos entre febrero y mayo del 2020, se perdieron más de 67.000 puestos de trabajo en el rubro. Todos recordamos al grupo Techint despidiendo a diestra y siniestra, y Alberto poniendo “carita de enojado” para contentar a la tribuna. Ahora, los Rocca de Techint buscan por el país 400 jóvenes profesionales para pasantías de verano (Bae Negocios 3/8), es decir, más precarización para abaratar costos.

Como denunciamos desde estas páginas, el decreto fue y es un papel mojado. Hay que aclarar también que las patronales son avaladas para despedir cuando quieren por el Convenio Colectivo de Trabajo flexibilizador de la Uocra, ya que un obrero que se despide no recibe indemnización alguna. Lo que recibe es el famoso Fondo de Cese Laboral, un monto que es descontado todos los meses por el empleador, que debiera depositar en una caja en el Anses, y que el empleado recibe al momento de la baja. Esto es algo que las patronales reclaman se haga extensivo para todos los gremios como uno de los puntos clave de la mentada reforma laboral.

Por todo esto es necesario poner en pie una agrupación clasista de trabajadores de la construcción para frenar estos atropellos, conquistar mejores condiciones de trabajo, salarios igual a la canasta básica desde las categorías más bajas y condiciones de higiene y seguridad que garanticen la salud de los compañeros.