Sindicales

18/8/2016|1424

La crisis de la paritaria y la docencia en lucha imponen un paro nacional para el 24

La burocracia lanzada a descomprimir el descontento creciente


El segundo semestre nació con luchas en una decena de provincias, y un parazo de 48 horas en Buenos Aires convocado por las seccionales multicolor del Suteba. El gobierno macrista, a través del ministro Esteban Bullrich, no tardó en explicitar su respuesta: no corresponde reabrir la paritaria -dijeron- dado que “los salarios le ganaron a la inflación” (en su mundo de fantasía).


 


Los gobernadores y sus funcionarios educativos repitieron el mismo guión frente al reclamo en cada provincia. El “portazo” de Vidal en Buenos Aires tuvo una respuesta contundente por parte de los Suteba Multicolor y la docencia: convocar y ratificar el paro del 11. La dirección del Frente Gremial (Suteba-FEB) respondió convocando al paro cuando no hubo más remedio, puesto que sería masivo con o sin ellos.


 


El descontento que recorre las escuelas es palpable. La inflación se devora los salarios sin piedad. El ajuste en distintas áreas -infraestructura, falta de cargos, atraso en los pagos, amenaza sobre el régimen jubilatorio- se hace sentir.


 


La convocatoria a asambleas en algunas provincias y al Congreso de Ctera, que sesionó el 17 de agosto, fue expresión de esta situación. A la Celeste se le complica explicar la contradicción entre sus críticas al gobierno macrista, y su completa adaptación y connivencia con él. Votaron el paro nacional del 24 de agosto, y cuando varios esperaban que lo continúen con otro, el 2 de septiembre en el cierre de la marcha federal, lo convierten en una mezcla de paros provinciales, ceses de tareas o movilizaciones. Un cierre abrupto de un plan de lucha que esta dirección no quiere convocar ni desenvolver. Algunas agrupaciones de izquierda con ilusiones en que “ahora sí” la burocracia se iba a lanzar a un plan de lucha, sufrieron un nuevo golpe a su caracterización.


 


Más que nunca, es fundamental la intervención de la docencia bajo la claridad y la independencia política en relación con el gobierno, a la oposición patronal -en especial la kirchnerista-, y a la burocracia sindical.


 


El plan de lucha desenvuelto en Buenos Aires por los Suteba Multicolor, por Ademys en la Ciudad de Buenos Aires, la preparación de un plenario provincial y la maduración de medidas independientes en Amsafe Rosario y las opositoras, es una referencia obligada para la docencia, y para caracterizar el intento de la burocracia de descomprimir la tensión que se anida en los trabajadores.


 


La dirección celeste y kirchnerista de Ctera y Suteba no sólo viabilizó las paritarias a la baja de inicios de año. Está dejando pasar la Evaluación Educativa, antesala del salario por mérito. Es que sus críticas al gobierno son simples matices. Macristas y kirchneristas, y sus personeros en educación, acuerdan en cuestiones estratégicas como la evaluación. Por algo en la Ciudad le han votado todas y cada una de sus medidas.


 


Los Suteba Multicolor le dan continuidad a su plan de lucha, organizando una movilización el día anterior al paro, para redondear 48 horas de medidas de acción.


Las asambleas distritales y de escuela, así como el plenario provincial de delegados (que sesionará el 24), debatirán la intervención en la Marcha Federal.


 


Tribuna Docente impulsará que se concrete el paro del  2 a nivel nacional, y la formación de una columna independiente de los sindicatos clasistas y combativos, para intervenir con nuestro programa en la marcha federal.


 


La reapertura de la paritaria llegará como resultado de imponérsela al gobierno. Para ello, reforcemos la organización independiente en cada rincón del país.


 


 


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