Sindicales

9/11/2018

La crisis del pedracismo y los desafíos del clasismo

Las elecciones de delegados en la Unión Ferroviaria

El pasado 7 de noviembre, hubo elecciones de delegados de la Unión Ferroviaria en 11 establecimientos. En 6 casos, el panorama estuvo dominado por listas únicas. Pero varios ramales desnudaron tanto la avanzada descomposición de la cúpula pedracista como la dificultad de los trabajadores para procesar las consecuencias brutales del ajuste de despidos, flexibilidad laboral, tercerización y caída del salario que asuelan al gremio del riel.


En dos ferrocarriles, el pedracismo concurrió dividido. En el Mitre, triunfó la lista 5 del directivo Mario "Oso" Rodríguez por 1.689 votos contra la lista 1 del secretario general del gremio Sergio Sasia, que obtuvo 668 votos. En tercer lugar, quedó el Frente de Unidad (integrado por activistas de la Violeta, la Bordó, la Gris y la Naranja), lista 3, con 293 votos.


En el Belgrano Norte, la lista de Sasia triunfó por apenas un voto frente a una escisión de la propia verde (451-450). El tercer lugar correspondió al Frente de Lucha Ferroviario Roja-Bordó-Gris, que obtuvo 273 votos, conservando un importante 23% de los votos ya logrado en comicios anteriores.


Ambos resultados muestran una división en el secretariado nacional y augura nuevos desprendimientos. Se fractura una camarilla que fue el centro del armado randazzista en la Provincia de Buenos Aires. La fisura debe ser debidamente caracterizada por el clasismo. Rodríguez estuvo a la cabeza de los paros por la libertad de Pedraza, cuando luchábamos por su cárcel. Por ello la Lista Gris no movilizó con este sector cuando fue a reclamar por sus fiscales. Reclamamos por la democracia del comicio absolutamente delimitados. Esto disparó un debate en la izquierda, puesto que la Naranja del PTS llamó a movilizar con ellos. El principio de disgregación de la burocracia puede ser explotado por los trabajadores y activistas para avanzar, a condición de denunciar implacablemente estas escisiones de camarilla que buscan desviar a los trabajadores que rompen con el oficialismo hacia un callejón sin salida.


La elección que concentró la mayor atención del activismo fue la del Sarmiento, donde la Bordó de Rubén Sobrero obtuvo la reelección con 1.070 votos, contra 527 de la Verde pedracista y 376 de la Lista Negra, el debut de un agrupamiento que cuestiona al oficialismo bordó desde reivindicaciones caras al clasismo, como la vigencia de las elecciones de delegados por sector o especialidad, el rechazo cotidiano a la ofensiva patronal, el rechazo a la paritaria inconsulta y a la baja y sin lucha alguna del 27%, a la flexibilidad laboral impuesta por la Verde con el nuevo convenio, la lucha contra la tercerización y los despidos, entre otras cuestiones que se vienen planteando hace más de una década. La negativa bordó a incorporar representantes de este activismo de los sectores y de la izquierda del Sarmiento disparó la decisión del plenario del Encuentro Ferroviario en favor de una presentación, que hoy, con el diario del lunes, aparece claramente legítima. La pretensión de Mónica Schlotthauer de “aplastar” a la Negra, proclamada en Pilar en el encuentro de norte del Plenario Sindical Combativo, no correspondía como política del clasismo y no ocurrió. Es oportuno recordar que la Lista Gris hace ocho años que viene reclamando a la Bordó la apertura a una lista de frente único.


La presentación de la Negra operó en la incorporación al voto de 150 compañeros del padrón y un corrimiento hacia la Negra de 230 votos ex bordó (en la anterior la Bordó obtuvo 1300 votos) que instalan a esta agrupación como una nueva realidad en la línea. La Negra obtiene el 25% del voto antiburocrático. Aún con una votación predominantemente fuerte en Plaza Once, el voto de la Negra recorrió toda la línea, lo cual expresa una insatisfacción extendida con la actuación del actual cuerpo de delegados. La Negra supera a la Verde en cinco de las diez urnas y empata en una sexta. Una conducción antiburocrática tiene el deber de recoger estos cuestionamientos y plantear a todo el activismo una acción de frente único para barrer definitivamente al pedracismo de este ferrocarril. La unidad del campo antiburocrático, siempre válida, no puede consistir en que los demás apoyen a alguien, sino en el frente único, cuando las condiciones de desarrollo de la vanguardia obrera y la lucha contra la patronal y la burocracia lo dictan.


Se hace necesario, más que nunca, un plenario del activismo antiburocrático de todas las líneas para organizar la resistencia a los cierres y suspensiones de ramales, a los despidos, a la aplicación de las cláusulas flexibilizadoras del convenio Macri-Sasia y en defensa del salario. Empezando por movilizar el próximo 14 del corriente contra la aprobación en el Senado del presupuesto del FMI. A su vez, la Lista Gris-Mariano Ferreyra, seguirá su trabajo de organización en otros ferrocarriles metropolitanos y del interior del país y dará la batalla política por la incorporación de todo el activismo de la Negra al Plenario Sindical Combativo, para desenvolver en conjunto este reagrupamiento con los métodos del debate de clase y socialista.