Sindicales

29/8/2013|1283

La crisis política aterrizó en Aeroparque

LAN es sólo la punta del iceberg

Aeronáuticos del Partido Obrero

Al cierre de esta edición, la jueza Rodríguez Vidal dio respuesta a la cautelar solicitada por LAN y ordenó a la Orsna (organismo regulador de los aeropuertos) no dar curso, transitoriamente, a la resolución de desalojo del hangar de la empresa en Aeroparque.


La intimación de la Orsna para que LAN abandone el hangar es el último episodio de una escalada de La Cámpora que, acuciada por el creciente déficit de Aerolíneas y Austral, busca avanzar sobre una empresa que, en seis años, le ha quitado el 25% del mercado de pasajeros, el 60% del de cargas y la ha ido desplazando del mercado latinoamericano.


Fue Néstor Kirchner quien, mediante un decreto, modificó la ley que impedía a empresas extranjeras volar a destinos de cabotaje. Entre las múltiples causas judiciales que tiene Ricardo Jaime, está probada la coima de 1.250.000 dólares recibida en 2005 para abrirle los cielos a LAN. Por esa misma causa, es investigado en su país el presidente Piñera -entonces propietario de la compañía.


Esta asociación ilícita entre la camarilla K y LAN se ha quebrado, producto del derrumbe de la estatización trucha de Aerolíneas/Austral.


Lo que ha motivado la avanzada K es la imposibilidad de seguir sosteniendo un déficit diario de 12 millones de pesos con recursos fiscales. La escalada contra LAN es un aspecto de una política más general de ajuste que ya ha incluido despidos, el paulatino vaciamiento de los hangares de Aerolíneas en Ezeiza, la firma de paritarias por 18 meses a la baja, la implementación de medidas de flexibilización laboral en APA y hasta el intento de modificar el convenio de azafatas, que pudo ser impedido por la acción de los trabajadores y que derivó en la derrota de la agrupación oficialista de Alicia Castro en el sindicato de aeronavegantes.


En el año que lleva esta intentona contra LAN, La Cámpora copó Intercargo, retaceándole a LAN los servicios de rampa. Además, se puso al frente de la Anac, que rechazó la matrícula del nuevo Airbus de LAN, y creó la Orsna, que ahora intima a desmontar el hangar de Aeroparque. Con estos instrumentos, buscó también hacerse de la caja de los aeropuertos que maneja Eurnekian, otro "empresario K" que ya ha puesto más de un pie en la barricada opositora del massismo y que, bajo la presión del gobierno, cedería el Aeroparque no sin antes embolsarse 800 millones de pesos por las obras sin terminar, aunque conservará la caja más jugosa de las tasas aeroportuarias de Ezeiza.


El desembarco de las oficinas administrativas de Aerolíneas y Austral en Aeroparque también forma parte de este plan de "racionalización". Mientras tanto, los aeropuertos continuarán siendo el paraíso de la tercerización y precarización laboral. Ningún interés nacional Detrás de escena, se desarrolla una disputa entre alianzas por el mercado regional. LAN, fusionada ahora con la brasileña TAM, integra One World -encabezada por American Airlines, British e Iberia. Aerolíneas integra Sky Team- donde revistan Air France, Delta y KLM. La propia LAN podría tomar represalias contra Aerolíneas o alguna de las socias de su conglomerado en algún otro punto del planeta.


El carácter transitorio de la orden judicial y la amenaza de un conflicto diplomático plantean una posible negociación entre las compañías. No hay ningún interés nacional o popular detrás de estos choques, sino apenas golpes de mano para intentar evitar el naufragio de la estatización trucha que, además, todavía no ha sido consumada.


Los aeronáuticos están alertas. El ajuste que Recalde viene aplicando sin interrupción sobre salarios y condiciones de trabajo ha llevado las expectativas iniciales en la estatización al subsuelo. A pesar del ingreso clientelar de centenares de trabajadores, La Cámpora no hace pié en los sindicatos y, por el contrario, avanzan las listas opositoras a la patronal, mientras que otros sectores burocráticos se alistan en la diáspora kirchnerista.


Las burocracias sindicales se dividen entre apoyar al gobierno (APA) o la patronal de LAN. Es éste el caso de Cirielli (Apta), lobbista del ingreso de los chilenos al país cuando fue subsecretario de Transporte Aéreocomercial.


El viernes, al margen de los gremios, una importante movilización encabezada por los técnicos de LAN se dirigió a las oficinas de la Orsna en defensa de sus puestos de trabajo. El lunes, por iniciativa de azafatas y técnicos, se realizó una movilización aún más numerosa, que incluyó cortes de la Costanera.


La intervención de la jueza no cierra la crisis. El gobierno, forzado por su déficit operativo, buscará redoblar la apuesta contra LAN, reorientar su ataque contra los trabajadores de Aerolíneas -cuya paritaria acaba de vencer- o ambas cosas a la vez. Corresponde encarar la situación con total independencia de los intereses patronales en disputa y con la más profunda unidad de todos los trabajadores de ambas empresas, enfrentando cualquier ataque con la huelga de todos los sindicatos.


El derrumbe del intervencionismo K -que no presentó balances en cinco años- debe ser superado con la exigencia de la apertura de los libros de ambas compañías a una comisión electa por los trabajadores aeronáuticos (sin distinción de empresa o gremio), la cual detenga el desfalco y ponga en consideración la planificación aerocomercial sobre la base de la defensa de los intereses de los trabajadores, sus salarios y fuentes de trabajo. Impulsemos asambleas en todos los gremios y empresas para enfrentar una ofensiva más general, que comparten todas las patronales aeronáuticas y que pretende hacerles pagar la cuenta del fracaso kirchnerista a los trabajadores.