Frente al cese de actividades decretado por la CGT de Moyano, la Mesa Ejecutiva de la AGD-UBA -en su primer reunión posterior a las recientes elecciones- manifiesta su repudio a aquellos que imponen los topes salariales, la paz social o las “movilizaciones” desde arriba.

Entendemos que, frente a la crisis política que atraviesa el país, hoy más que nunca  es necesario levantar un pliego que exija la triplicación del presupuesto educativo; la democratización universitaria, como exigen los trabajadores y estudiantes del Buenos Aires y el Pellegrini; el salario de los docentes y no docentes; la necesidad de aulas y laboratorios suficientes y en condiciones; y revertir el proceso de mercantilización. El pago de la deuda  y los subsidios a los distintos sectores empresarios, entre otras medidas del gobierno, son contrarios a estas necesidades.

Por ello, se resolvió no convocar al cese de actividades ni adherir a ninguna de las marchas  convocadas para mañana martes 15 de julio, donde no estarán presentes los intereses de la educación ni de los trabajadores

En tanto, la AGD-UBA es un sindicato independiente que reconoce la soberanía de las asambleas y los congresos como método para tomar sus resoluciones, y entendiendo que el debate sobre la situación política atraviesa al conjunto de los docentes -y se refleja en la Mesa Ejecutiva de la AGD-UBA- es que convocamos a docentes, no docentes y estudiantes a deliberar sobre la crisis y fijar un programa en defensa de la una universidad pública al servicio de los trabajadores de la ciudad y del campo y de las mayorías nacionales. En ese sentido hemos planificado un conjunto de iniciativas (documentos de debate, ciclo de paneles y charlas, etc.) para abordar dicha polémica, dando cuenta de las distintas posiciones al respecto.