Sindicales

24/12/1998|613

La derrota del Banco Mayo

Luego de 40 días, fue doblegada la resistencia de los trabajadores bancarios del Mayo. Más de 850 retiros voluntarios, 150 telegramas de despido y alrededor de 60 compañeros en situación indefinida. Por el lado de la patronal del Citi, todo es incumplimiento: sobre la reabsorción de 2.200 trabajadores, tomó sólo 1.900 y en condiciones de mayor precarización laboral, antesala de nuevos despidos. Reabrió 54 de las 78 sucursales. Del resto, en poder de los otros bancos, más de la mitad no volverá a abrir.


La clave de la derrota sufrida debe encontrarse en el vaciamiento producido por la Asociación Bancaria, de un lado, y el Ministerio de Trabajo, por el otro, que, mediante la conciliación obligatoria, crearon las condiciones para la desmovilización y derrota del conflicto. Zanola llegó a presentar la intervención directa de Menem en las negociaciones como una mediación que beneficiaba a los trabajadores, cuando, en verdad, estaba laudando entre las distintas mafias en pugna, para ver quien se quedaba en forma gratuita con los cientos de millones de dólares depositados por los ahorristas.


El conflicto se mantuvo en la medida que el ‘acuerdo’ entre Beraja y el Citi-Banco Central no fue ‘puesto a punto’, quedando la movilización como subsidiaria de la ‘banca nacional’ en su puja por hacerse de los fondos de los ahorristas y del presupuesto estatal. Por otro lado, la búsqueda de un acuerdo con el Provincia sólo alimentó la ilusión de una salida ‘pacífica’ y ‘posible’ a la debacle financiera del banco de la mano de Duhalde. Este camino sin salida fue desarmando la voluntad de lucha de los compañeros que intentaron frenar los despidos, debiendo acogerse al ‘retiro voluntario’. Para los trabajadores bancarios, el futuro es sombrío. La amenaza de cierres y fusiones de entidades financieras plantea un panorama de miles de despidos. Sacar un balance de la lucha del Mayo es clave para fijar una política obrera contra el arrasamiento de las condiciones laborales en el gremio.