Sindicales

13/11/2003|825

La dirección celeste huye

Un nuevo bochorno ha protagonizado la dirección celeste-azul y blanca del Suteba Matanza. En la asamblea del 28/10 se retiraron luego del inicio, alegando que no continuaban si no se retiraban 7 (siete) docentes no afiliados que querían participar de la misma. Los alrededor de 250 docentes presentes demuestran que siete personas no podían alterar ninguna situación que se planteara en la asamblea.


En realidad, la conducción hizo rápidamente las cuentas. Los alrededor de 80 docentes que votarían por su moción, eran largamente duplicados por los docentes que votarían la moción de la Lista Violeta, consistente en paros escalonados hasta arrancar el aumento salarial. La dirección del Suteba no quería soportar perder la segunda asamblea desde que están en la conducción (la única anterior la perdieron por 52 a 150), y optaron por seguir acusando a la Violeta de violenta. Esta es la mejor muestra de una dirección impotente e incapaz. El antecedente inmediato fueron las más de 1.000 firmas presentadas por la Violeta exigiendo la convocatoria a asamblea, lo que también había sido votado en varios zonales.


El secretario general anunció que se abstendría en el plenario de secretarios generales, cosa que no ocurrió, ya que la comparsa de Yasky le tomó el voto de acuerdo a las “consultas” truchas. La violación de la democracia sindical no tiene límites para esta conducción.


La asamblea siguió evitando la desmoralización


Ante el retiro de la dirección, la minoría del Consejo Directivo violeta pasó a presidirla; se eligieron nuevas autoridades y la asamblea continuó su desarrollo con total normalidad. Se aprobó por unanimidad la moción de la Violeta y se convocó a zonales para la semana próxima y una nueva asamblea para el 11/11. El acta de la asamblea fue firmada por más de 160 docentes que se quedaron hasta el final de la misma. El Suteba provincial, obviamente, desconoció el resultado de esta asamblea y no tuvo ningún empacho en aceptar el voto por la moción oficialista. Pero la continuidad de la asamblea tuvo un gran valor, ya que evitó la desmoralización y el desconcierto que la Celeste quería provocar. También sorprendió a algunos individuos de agrupaciones que pretenden corrernos por izquierda, que no esperaban que la Violeta tomara las riendas de la asamblea con total naturalidad y los presentes aceptaran esta situación de la misma manera. Muchos docentes de base componían la asamblea y se quedaron hasta el final.