Sindicales

4/7/1996|501

La directiva de la UOM Córdoba se divide por el convenio Fiat-Smata

Recientemente, sesionó con más de doscientos delegados (casi el 40% del total de delegados metalúrgicos de la provincia) el congreso de la UOM Córdoba (Capital),  para tratar en forma casi excluyente la elección de representantes al Congreso Nacional de la UOM que se realizará el 7, 8 y 9 de agosto en Buenos Aires. El debate enfrentó a dos bloques que corresponden a cada uno de los sectores en que está partida la comisión directiva del gremio —la Lista Celeste, agrupación “Ignacio Rucci”, encabezada por el secretario adjunto Sallusso, y la fracción que sigue al actual secretario general Jorge Almada.


El eje del debate fue el convenio Fiat-Smata. Los dirigentes de la Lista Celeste plantearon que la elección de representantes debía hacerse en base a la situación que debe enfrentar la UOM luego de la firma de este convenio. La Cámara de Industriales Metalúrgicos de Córdoba ha planteado discutir la modificación del convenio colectivo para adecuarlo “a los suscriptos por Fiat Auto y General Motors”; la autopartista Marelli, en vías de instalación, acaba de firmar con el Smata un convenio que es una copia del de la Fiat. En Franco Hermanos, una autopartista mediana, según informó la Celeste, se rechazó un intento de reducción salarial (eliminación de adicionales) mediante una semiocupación del taller. Otras patronales están lanzadas al mismo objetivo.


El debate puso en evidencia que la fracción de Almada estaría dispuesta a suscribir convenios por fábrica tipo Fiat, lo cual hace suponer que Lorenzo Miguel ya se decidió por esta política.


La confrontación en torno a Fiat-Smata  obligó a un realineamiento a numerosos delegados, lo cual permitió que el bloque de Salusso ganara la votación a pesar de que se encontraba en minoría.


La votación terminó por 111 a 104 a favor de la Celeste. El punto referido a la Obra Social, que el Secretariado de la UOM propone como tema central del Congreso Nacional, tuvo un tratamiento sumario, en el que sólo se votó una defensa genérica del régimen actual de salud.


Tanto el debate como la votación, sin embargo, no tuvieron un alcance que superara lo retórico, y que estuviera más allá de una escaramuza de la batalla electoral que en la UOM Córdoba enfrentará a las dos fracciones de la directiva. La Celeste no planteó un plan de lucha. Aun en el terreno declarativo, el debate estuvo por detrás del Congreso provincial de delegados de la UOM de agosto de 1995, que calificó de “antiobrera” a la política de Menem, denunció la “tibieza de la dirigencia nacional del gremio” y exigió “que a la brevedad se convoque a un congreso nacional de la UOM para llevar adelante un plan de lucha que, si es necesario, fije un paro por tiempo indeterminado”.


El  secretariado de la UOM, en una solicitada reciente, dejó de hacer mención al convenio Fiat-Smata y menos todavía a la situación de los trabajadores de la ex Sevel Berazategui, Sevel Caseros y la propia Cormec Córdoba, emplazados a aceptar las condiciones del convenio Fiat o el despido.


Para  unir a los trabajadores metalúrgicos y mecánicos frente al complot patronal para reducir salarios, liquidar la jornada de ocho horas y reemplazar los actuales contratos de trabajo por contratos de aprendizaje, planteamos un plenario abierto de delegados y activistas que ponga en marcha un plan de lucha.