La gobernadora Vidal cerró la paritaria docente de la provincia de Buenos Aires por decreto y canceló de un plumazo un derecho histórico, igual que Macri y sus ministros de educación hicieron con la paritaria nacional docente. El decreto anti-paritario establece una reducción histórica, porque el “aumento” del 30 por ciento en el salario inicial implica perder 17 puntos con respecto a la inflación.

¡Un maestro de grado con 24 años o más de antigüedad cobrará neto 21.785,13 pesos, un salario de pobreza! Y se mantiene más del 50 por ciento del salario fuera del básico.

El decreto antiparitario eliminó también cualquier actualización por inflación. En palabras del ministro de Educación Gabriel Sánchez Zinny, “en diciembre próximo tendremos una nueva reunión, quizá sea una buena ocasión para empezar a hablar del año próximo también” (Infocielo, 10/10). Tampoco está claro si habrá bono de fin de año.

Vaciamiento y colaboracionismo

Las últimas reuniones de delegados, convocadas clandestinamente, fueron las más fantasmales de todo el 2018. En las principales seccionales celestes del conurbano la asistencia no superó los 20 asistentes promedio. El vaciamiento es también resultado de la desconfianza y repudio de la base docente. Con la entrega del salario, de las condiciones laborales y de los puestos de trabajo (cierre de bachilleratos de adultos, de Equipos de Orientación Escolar, etc.) sostienen la gobernabilidad de Vidal, pero también persiguen conscientemente desmoralizar a la base docente. No defienden el derecho de huelga: al decretazo se suman los descuentos de los días caídos y la persecución con sumarios ilegales a los directivos que se sumaron a los paros, más de 500. En ninguna de las reuniones de delegados plantearon parar el 14 de noviembre contra el presupuesto del FMI, Macri y los gobernadores, ni cuando se trate el presupuesto gemelo en la provincia de Buenos Aires. Finalmente, la realización de un nuevo paro aislado quedará sujeta a los acuerdos con el resto de los gremios del Frente de Unidad Docente Bonaerense, que juega como excusa de todas las burocracias sindicales docentes para “racionar” adecuadamente las medidas de lucha.

Ctera y Suteba, rehenes de la interna del pejota

 En todas las seccionales la burocracia de Roberto Baradel destacó la unidad con el “sindicalismo opositor” del bloque moyanista del “21F”, pero no tuvo argumentos para defenderla. Los aliados de los que se jactan Yasky, Alesso y Baradel no pararon ni se movilizaron cuando se trató el presupuesto de guerra en Diputados, ni convocan a hacerlo el próximo 14 de noviembre, pero sí hicieron causa común con la iglesia anti-derechos en Luján, igual que el yaskysmo. Baradel se ha convertido en un puntero que recorre el país poniendo en pie el Frente Productivo junto a empresarios pymes, y en pos de unir a todo el pejotismo para el próximo 2019. El mismo interés expresa el regreso de Hugo Moyano y Felipe Solá a la cueva del PJ, junto al ex gobernador y verdugo de los trabajadores bonaerenes, Daniel Scioli, quien acaba de reconocer en un reportaje en La Nación su simpatía y apoyo al derechista Bolsonaro y que si hubiera sido electo presidente hubiera hecho lo mismo que Macri. La política por la cual someten al Suteba Yasky y Baradel la definió crudamente el ex ministro de Cristina, Agustín Rossi: propuso "un acercamiento" con el espacio del PJ "Federal" conformado por Sergio Massa, Miguel Pichetto, Juan Manuel Urtubey y Juan Schiaretti, con el objetivo de "encontrar una expresión unitaria de la oposición" de cara a la disputa electoral de 2019” (Perfil, 11/10). Ni más ni menos con los que votarán con las manos y con los pies el presupuesto del FMI, Macri y todos los gobernadores.

Derrotemos la Memoria y Balance del vaciamiento y la entrega

La burocracia de Baradel pretende coronar su faena haciendo votar el aval a su accionar en las asambleas de Memoria y Balance que se realizarán el 21 de noviembre. Los Sutebas y la lista Multicolor presentaremos nuestra propia memoria, y rechazaremos la política de colaboración con Vidal del sindicalismo K. El eje central es que mientras los celestes pretender bajar la persiana con una derrota histórica, la Multicolor y los docentes no bajamos los brazos, por la reapertura de la paritaria, un salario básico de 21.000 pesos y un aumento del 45 por ciento aplicado a todas las categorías, bono de fin de año de $5000 y derogación de todas las reformas antieducativas de Vidal.

Convocamos a los docentes a intervenir masivamente en las asambleas para quebrar la política de entrega de Baradel y defender la convocatoria a un Plenario Provincial de Delegados de escuela que ponga en pie un plan de lucha hasta derrotar al ajuste de Vidal.

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