Sindicales

30/10/2003|823

La federalización de la Uom

La Uom ha sido noticia en la semana por dos razones: la firma de un acuerdo que actualiza a partir del 1º de noviembre las escalas salariales de las categorías de la actividad, y la aceptación de la burocracia de discutir el convenio colectivo de trabajo de 1975.


Pero una tercera razón, quizás la más importante, ha quedado semioculta. La Justicia acaba de dictaminar a favor de Siderca un recurso de amparo presentado por la patronal hace un par de años, habilitando la discusión de un nuevo convenio por empresa y planteando que en ese ámbito sea considerado el viejo reclamo gremial de incorporación al salario básico del 30% logrado en 1994 por la Rama 17 de la Uom, que la Rama 21, siderúrgica, no llegó a acordar.


Tan significativo como la injerencia directa de la Justicia en la división del movimiento obrero por empresas, a la medida de Techint, es la aceptación de este curso por la burocracia metalúrgica liderada por Naldo Brunelli, ascendido a la categoría de “representante legal de la Uom” hace cinco meses, luego de la muerte de Lorenzo Miguel y Luis Guerrero. Luego de explicar que las diferencias con la empresa Siderca se refieren al 30% pendiente desde el ‘94, porque la empresa pretende absorberlo con aumentos anteriores, el secretario de organización de la Uom Campana, Abel Furlán, dice: “Nosotros no nos estamos negando a discutir el convenio, porque sabemos que hay un fallo de la Justicia que nos obliga a sentarnos a discutir convencionalmente esta cuestión” (diario La Auténtica Defensa, 20/9).


La decisión de la Justicia “posibilita la negociación de un convenio en forma independiente, sin estar atada al convenio colectivo N° 260 de la UOM” (declaraciones del gerente de Personal de Tenaris Siderca; ídem). El convenio 260 es el “histórico” del ’75; uno de los convenios “ultraactivos” más antiguos, que impedían cualquier negociación a la baja de las conquistas adquiridas. Esta fragmentación es un hecho dentro mismo de Campana, donde toda una fracción de los metalúrgicos está dentro de plantas subsidiarias de Siderca, “tercerizadas” y en realidad “satélites”, respecto de las cuales Siderca se declara al margen: “Nosotros no tenemos el derecho ni la atribución de negociar por personal que no es nuestro. Cada empresa contratista está encuadrada en alguna de las ramas de la Uom” (ídem).


Habíamos planteado, tiempo atrás (PO N° 801), que “el cambio de timón en la Uom puede significar un vuelco hacia el planteo de ‘federalizar’ la Uom, por lo que vienen trabajando desde hace tiempo las seccionales llamadas siderúrgicas (La Matanza, Campana, San Nicolás) bajo directa inspiración de Techint y Acindar. Esta fragmentación sancionaría una diferenciación salarial entre las empresas más grandes y las relativamente atrasadas, y la eliminación formal del convenio único”. Este bloque, debe recordarse, no está integrado sólo por los Brunelli, Gdansky y Recúpero, sino también por la Cta (Uom Villa Constitución) y la Ccc, protagonistas de la Marcha del Acero (marzo 2002), con un programa de defensa de la devaluación y “la industria nacional”.


Pliego único, recuperar la UOM


Desde junio, los trabajadores de Siderca vienen cumpliendo un quite de colaboración y movilizaciones internas exigiendo aumento de salarios (224 pesos sobre básicos de empresa y convenio, 136 por adicionales, discusión de la escala del premio a la producción), acciones que han sumado a obreros de las fábricas contratistas.


La empresa ha hecho una oferta inferior y reclama el convenio por empresa y paz social por 18 meses. La burocracia acaba de obtener el levantamiento del plan de lucha en el cuerpo de delegados para continuar la negociación. Incluso la “paz social” puede ser parte del “acuerdo”: “Por los medios locales me informé que el gremio prefiere hablar de ‘código de conducta’ y no de ‘paz social’. Si esto nos permite acercarnos, estamos dispuestos a analizar la propuesta”, declara el mismo jefe de personal.


Planteamos:


• Asambleas generales en las seccionales para proponer un pliego único y una coordinación de lucha frente al compromiso de discusión del convenio “histórico” del ’75.


• “Unión obrera” para recuperar la UOM: frente unido del activismo y las organizaciones que quieran empeñarse en poner en pie al sindicato referencial de la clase obrera.