Sindicales

19/1/2012|1209

La gran huelga del Inti, un primer balance

Tras quince días consecutivos de paro -con cortes incluidos-, se votó en asamblea el levantamiento de la huelga del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (Inti). Cabe recordar que la misma se desencadenó en respuesta al ajuste encargado antes del 10 de diciembre por la presidenta Cristina Fernández al nuevo titular del Instituto: no pagar ninguna suma de dinero por encima de la miserable suma pactada en paritarias, lo cual se tradujo en un intento de ataque a muchas conquistas que los trabajadores logramos estos años y en la negativa a pagar la bonificación de fin de año.


El paro fue contundente. Algunos sectores jugaron un rol muy destacado: Finanzas trabajó sólo para resolver lo concerniente al pago de salarios y aguinaldo. En el interior del país, las sedes y delegaciones del Inti se sumaron a las medidas de acción directa en tiempo récord.


El conflicto, que empezó con algo más de 150 compañeros en la primera asamblea, desarrolló una enorme movilización interna, que sumó tres marchas a las autoridades, dos cortes en la General Paz, dos asambleas con más de 500 compañeros, una movilización a Economía (que prácticamente debió ser arrancada a ATE capital), dos plenarios en ATE, así como quince días de bloqueo en la puerta del instituto y de paro total.


La continuidad y combatividad del paro generó una crisis en el seno del propio Estado, el cual se vio obligado a recurrir a la conciliación obligatoria, así como a la disposición de un gran despliegue de gendarmes totalmente pertrechados contra el corte de la Avenida General Paz, a tono con la sanción de la Ley Antiterrorista.


A nivel interno, la "nueva gestión" bloqueó los correos de la Comisión Interna, difundiendo en cambio los de UPCN -carneros.


Sin lugar a dudas, la lucha de los trabajadores del Inti se convirtió en una referencia para el conjunto de los estatales afectados por la "sintonía fina" -ese nuevo eufemismo "nac&pop" para intentar encubrir un ajuste.


El levantamiento de la huelga


El levantamiento del paro, votado en la asamblea, partió de una moción de la Junta Interna que se basaba en el hecho de que el receso por vacaciones iba a afectar el sostenimiento de la medida. El sector izquierdista de la misma (MST, Opinión Socialista) reivindicó la conciliación obligatoria como un avance de la lucha, ya que legalizaba el conflicto y fijaba una mesa de negociaciones con la patronal.


Desde la Agrupación Naranja planteamos que la conciliación y la represión serán las herramientas con que el gobierno atacará el derecho de huelga en el próximo período. Con dichas consideraciones, argumentamos que, si el Inti rechazaba la conciliación, se abría un camino concreto de defensa del derecho de huelga, en un cuadro en el cual la patronal daba claros signos de crisis por las consecuencias del. paro en la actividad general del Instituto. Asimismo, denunciamos el rol de ATE y la CTA, las que se borraron olímpicamente de la lucha y se opusieron a un paro general del gremio, el cual hubiera permitido sostener la lucha en otras condiciones.


La continuidad de la lucha


A la par que se levantó la huelga, la asamblea votó una delegación para acompañar a los delegados de la Junta Interna al Ministerio de Trabajo, con el mandato de no negociar la bonificación y las conquistas históricas. Fue ahí que nos encontramos con la "sorpresa" de que, dentro del grupo de mediadores del Ministerio de Trabajo, se encuentra uno de los funcionarios que firmó la norma por la cual se prohíbe pagar la bonificación de fin de año en todo el Estado.


El decreto del gobierno que dispone la revisión de los sueldos de los trabajadores estatales deja en claro que la lucha va a ser larga y que en todo caso se ha pasado por un primer round. Sin lugar a dudas, la huelga expresó la enorme vitalidad de los trabajadores del Inti, los que incluso empujaron a la Junta Interna por sobre sus propios límites.


Que ATE convoque a un plenario general de delegados elegidos en asambleas de las dependencias, para votar un plan de lucha ante la ofensiva contra los trabajadores estatales, en defensa del trabajo, el salario y nuestras conquistas.