Sindicales

4/12/2003|828

La huelga bancaria en el Provincia

Aun cuando el directorio del Banco Provincia dispuso unilateralmente el pago de la tan cacareada suma de 110 pesos correspondiente al mes de septiembre y la misma cantidad para noviembre (la demora fue justificada por la necesidad de refrendarla en el Ministerio de Trabajo, cosa que no se dio), los trabajadores del banco decidimos en asambleas parar igual, enfrentando la presión “cuerpo a cuerpo” que bajan los gerentes y la proliferación de pedidos de informe con nombre y apellido de los adheridos a la medida de fuerza que requiere la patronal a través de la línea de funcionarios zonales, que es puntualmente respondida por los gerentes de sucursal. En el banco el acatamiento ha sido de un 60%, guarismo que, tomando en cuenta la alta cantidad de funcionarios que revisten en casa central (que no paran), ha sido evaluado como muy bueno.


Los trabajadores del Provincia reclamamos no solamente por la recomposición salarial, sino también contra el vaciamiento de nuestra obra social, y frente a la proximidad de la visita de una auditoría ordenada por el FMI, para la cual se está preparando ediliciamente el sexto piso de la casa central (oficinas vip).


Que nos está deparando un futuro cada vez más negro, plagado de despidos encubiertos por las jubilaciones y exoneraciones a los sumariados (la miseria genera actitudes desesperadas en algunos compañeros, las que llegan a involucrar a sucursales enteras en maniobras calificadas de dolosas). Por supuesto, los préstamos fraudulentos a los amigos del poder no se consideran como delito y son absorbidos alegremente por el pueblo de la provincia de Buenos Aires (fideicomiso) o en el mejor de los casos refinanciados con quitas de intereses y devaluados por el fin de la convertibilidad, como es el caso de la millonada de dólares prestada a la Rural a fines de los noventa.